A ver si se sorprenden con este capítulo *-*
«Manuela» Fic Twc / Toll, escrito por MizukyChan
Capítulo 8: ¿Amigo o enemigo?
Los días pasaban normalmente, excepto que para Tom y Bill, cada día era una nueva oportunidad para explorar los placenteros beneficios de tener a Manuela.
Bill seguía cuidando de su huésped, aprendiendo nuevos platillos, para alimentarlo en forma saludable y además, sanando cada pequeña herida que el adolescente que hacía por causa de su torpeza innata.
Un día, camino a la escuela, Bill se movió por sí mismo, llevando la mano al oído de Tom.
—Tenemos problemas. Uno de mi especie está a menos de Treinta metros.
Tom achinó los ojos, pero no se asustó como en otras ocasiones. Simplemente giró y miró cuidadosamente en todas direcciones—. ¿Dónde?
—Todo indica que está en tu escuela.
—¡Mierda! —Gruñó y salió corriendo hacia la entrada, sin darse cuenta de la cara de interrogación que pusieron Emma y William al verlo con esa expresión de concentración en el rostro.
—Diez metros —anunció Bill—. A la derecha.
Cuando Tom giró por el pasillo, se encontró al director del establecimiento con una mujer muy guapa, quien lo miró fijamente.
El rastudo se quedó quieto, observando como el director terminaba de hablar con la mujer, para luego regresar a su oficina.
—Así que eras tú —dijo la mujer—. Pude sentir a uno de los míos, con cierta peculiaridad.
Tom la miró desafiante—. ¿Quién eres tú y qué haces en la escuela?
—Experimento —respondió la mujer, dando un paso al frente. Tom retrocedió y ella sonrió—. No pretendo luchar, si eso es lo que crees. Estoy tratando de mezclarme entre los humanos, sólo quiero una vida parasitaria normal, no deseo hacer mal a nadie.
—El último de los tuyos que se cruzó en mi camino, era un caníbal come mujeres. No estoy tan seguro de confiar en ti —comentó Tom, empuñando las manos.
—¿Y cómo terminó ese parásito? —Preguntó ella, arqueando una ceja.
—Muerto —contestó Bill, apareciendo en su forma completa, con las manos en forma de navaja, dispuesto a atacar para sobrevivir.
—Ya veo —dijo ella—. Mi nombre es Kathlyn Wilson, seré la enfermera de esta escuela.
—¿Qué pasó con la antigua enfermera?
—Consiguió un mejor trabajo —respondió la mujer.
—¿No la habrás asesinado? —Presionó Tom.
—Ya te dije que no mato por deporte. Desde que llegué he estado alimentándome de comida de humanos, para mezclarme mejor entre los de su especie.
—¿Con qué fin harías eso? Eres un parásito también. —Preguntó Bill, realmente intrigado.
—Porque escuché una voz en mi cabeza que decía “hay que salvar la vida” y mientras no esté segura de qué vida habla, prefiero no matar en forma indiscriminada.
—Interesante —susurró Bill, desvaneciendo sus navajas.
—Tú eres interesante —comentó Kathlyn—. Te has mezclado.
Tom arrugó el ceño—. ¿A qué te refieres?
La mujer arrugó el ceño y se acercó más a ellos, arrugando la nariz, oliendo la esencia de ambos—. Ninguno de los dos es puro.
Tom habría enrojecido, pensando que hablaba del uso de Manuela, pero algo le impidió hacerlo—. No sé de qué hablas. —Se defendió.
—Tú no eres del todo humano y él —señaló a Bill—, no es del todo un parasito de tu cuerpo. Lentamente ustedes se han…
El timbre de la escuela se escuchó fuertemente y tras ello, el pasillo se llenó de profesores que caminaban con rumbo a sus salones.
Kathlyn desapareció de la vista de Tom, quien arrugó el ceño—. Tendremos que hablar con ella más tarde —dijo directamente a su mente, sabiendo que Bill lo escucharía.
&
Tom estuvo pensativo el resto de las clases, Gustav trató de hacerlo reír, con algunas bromas, pero no causó ni siquiera una sonrisa en el chico. Cuando el timbre final sonó, el rubio se acercó hasta Tom y preguntó—. ¿Amigo, estás bien?
El rastudo arrugó el ceño y, con frialdad, respondió—. Sí.
—¿Es-estás seguro? —Tom se alzó de hombros y continuó su camino.
Sin mirar atrás, el rastudo caminó hasta la enfermería, que estaba vacía, con excepción de la mujer parásito.
—Tengo que hablar contigo —anunció, cerrando de la puerta detrás de él.
Kathlyn cerró la pantalla de su laptop y miró al adolescente—. ¿Sobre qué?
—De mí.
La mujer sonrió divertida—. Vaya, ¿no te habías dado cuenta, verdad? —Tom arrugó el ceño y Bill apareció con toda su forma—. Seguro preguntarás cómo empezó. ¿Tu mano te ha sanado alguna herida?
Bill abrió grandemente su ojo—. ¿Qué?
—Según he estado observando en mis investigaciones, los parásitos que no han devorado el cerebro de su huésped, tarde o temprano se hacen uno con él, o terminan reubicándose en otro cuerpo, eliminando a su primer huésped.
Tom miró a Bill y achinó los ojos—. Eso no nos pasará a nosotros.
—De hecho, ya ha empezado —anunció la mujer—. Si tu mano te ha sanado alguna herida, sus células inferiores se harán una con las tuyas y adoptarás algunos rasgos de ella.
—No hables en femenino. Mi mano es Bill —anunció el de rastas.
—¿Lo ves? Puedo notar que esa forma fría y lógica de hablar es de Bill, ¿o me equivoco?
—No juegues con su mente, te prohíbo que lo manipules —intervino la mano con su ojo achinado, sacando sus navajas otra vez.
—Y esa impulsividad, sin duda es humana, ¿no, Bill?
—¿Es algo malo? —Preguntó Tom, dando un paso al frente—. ¿Terminaré con deseos caníbales de comer gente?
—No. Sus cambios son muy sutiles, pero aun así son notorios. Tal vez sus humanos cercanos se han dado cuenta de ellos.
Kathlyn dejó de hablar y sus ojos se abrieron grandemente—. Hay uno de los nuestros cerca.
—Tiene un aura asesina —advirtió Bill.
—¿Aquí en la escuela? —Preguntó Tom, arrugando el ceño.
—Sí, a diez metros. Ya ha entrado. Hay gente en peligro —afirmó la mujer.
Tom empuñó las manos y corrió—. ¡Emma, William! —Gruñó con los dientes apretados.
Las clases apenas habían terminado, así que aún había mucha gente en la escuela. Escucharon gritos y siguieron el ruido. El rastudo apresuró la velocidad y se espantó al ver un rastro de sangre y dos cuerpos cortados a la mitad.
—¡Mierda! —Gruñó y continuó corriendo hacia su salón. Debía salvar a sus amigos y a William.
Los alumnos estaban evacuando el edificio y algunos pasillos estaban abarrotados de gente, cosa que dificultaba la movilidad a Tom. Escuchó algunos murmullos diciendo que estaba en el segundo piso, así que corrió por las escaleras. Vio más cuerpos mutilados y empuñó las manos.
—¡Noooo! —La voz de Emma heló el corazón de Tom, quien corrió el último trazo y se lanzó como un poseso sobre la criatura, sujetando los tentáculos de su cabeza, con ambas manos, arrancándolos de raíz, con una fuerza sobrehumana. Los trozos de la criatura cayeron al suelo, marchitándose hasta morir.
Emma estaba cubierta de sangre, con el torso de una compañera encima. Tom corrió hasta ella, buscando cortes, pero no vio nada, sólo sangre del otro cadáver.
—Tranquila, estás a salvo.
—William, ve por William —tartamudeó la chica, estirando la mano hacia una pared, donde el cuerpo del guapo pelinegro yacía en el piso, inconsciente.
Tom corrió hasta el chico y tomó el pulso, suspirando al sentir los débiles latidos—. Está vivo.
A los pocos minutos, la escuela estaba llena de policías y ambulancias. Los estudiantes fueron despachados a sus casas y los heridos fueron atendidos.
Tom y Gustav no se separaron de Emma, quien sólo tenía un raspón en la frente. Pero William no corrió la misma suerte, la criatura lo empujó directamente contra una pared, azotando su cabeza, cosa que lo dejó en un estado de inconsciencia que obligó a los médicos a conectarlo a un respirador mecánico.
Tom estaba furioso y a la vez, muerto de vergüenza, se sentía culpable. Dejó el hospital al anochecer y se dirigió hacia la estación de policía.
—Este no es el camino a casa —afirmó Bill, asomando el ojo por el dorso de la mano.
—No vamos a casa. Me voy a entregar a la policía —respondió Tom.
La mano derecha se extendió y se aferró a un poste, imposibilitando al rastudo a dar un paso más.
—¿Qué haces, Bill?
—Te detengo. Esa no es una opción lógica —contestó su mano.
—Pero yo sabía sobre los parásitos, yo sabía que había uno en la escuela, yo pude haber evitado todo esto. —Tom se apoyó en el poste donde Bill estaba sujeto y se dio un cabezazo bastante fuerte, dejando un hilo de sangre en su frente—. Al menos mi sangre sigue siendo roja. Eso demuestra que sigo siendo humano, ¿verdad?
—Tom… —Bill sintió como el pecho de Tom se comprimía de dolor. Él sólo velaba por la salud y bienestar de su huésped, nunca pensó que el chico se sentiría tan mal al saber que compartía células con Bill.
—Tengo que hacer algo, Bill. No puedo permitir que una masacre como la de hoy se vuelva a repetir.
—No lo harás, no dejaremos que vuelva a ocurrir, pero esta no es la forma. No dejaré que te encierren para que te estudien. No dejaré que te conviertan en un espectáculo de circo. —La resolución de Bill causó una impresión en Tom, quien asintió y comenzó el regreso a casa.
&
Una vez en la calidez de su cama, Tom suspiró—. ¿Crees que resulte, Bill?
Habían estado escribiendo una carta que relataba todo lo que habían descubierto hasta esos instantes, incluía detalles sobre los parásitos y un posible método para reconocerlos. Imprimieron el documento y lo pusieron en el correo tradicional, sin remitente.
—No estoy seguro. La policía no toma muy en serio los anónimos —respondió con sinceridad la mano—. Sin embargo, si no tienen pistas, podrían utilizar nuestros datos y hacerse una idea de quién es el verdadero enemigo.
—¿Bill? —Tom levantó su mano derecha y la acercó a su rostro—. Gracias. —Cerró los ojos y presionó sus labios en la boca de la palma.
—Duerme, Tom —dijo Bill, nervioso por el cosquilleo agradable que sentía cada vez que Tom se mostraba afectuoso con él.
& Continuará &
Bill se está volviendo más humano y Tom más frío, como un parásito. Eso fue lo que dijo la nueva enfermera. Ya sólo quedan dos capítulos, ¿será este un final feliz o después de la comedia, la escritora volverá todo una tragedia? “Hagan sus apuestas”
No tengo idea!! 🤔🤔🤔🤔
Que será de Bill y William saldrá de su inconciencia??
A espera del siguiente capítulo.
Es cierto, mejor a leer la continuación, porque si digo algo, será spoiler y no hay nada peor que eso.
Gracias por apoyar la historia. Besos.