«Me niego a ser tu hermano» Fic Twc
Capítulo 14
– Es una pena – le dió un beso Bill en la cara y se levantó cuando sintió la mano de su hermano en su brazo
– ¿Donde te crees que vas?
– ¿Yo? a mi habitación – le sonreia y le quitó la mano
– Nooooo veeeennn – se levantaba
– Amor – acercó a la cara inocente de Tom – que te la chupe otra – le susurró y le besó. Tom captó al momento que aunque Bill le decía todo eso, era una manera de decirle que le gustaba ver como se arrastraba Tom
– Está bien, vete – se volvía a tumbar – pero a lo mejor me masturbo, si escuchas algún gemido, que sepas no estaré con nadie más que conmigo mismo, haciendome lo yo solo, total mi novio me ignora, ni siquiera se quiere quedar, adiós Bill, adiós – Bill sonreia y aún así abrió la puerta para irse – total me follaré yo solo, sacaré alguno de nuestros juguetitos y me divertiré yo solo, pero adiós Bill, adiós
– ¿Como eres tan sumamente malo? – cerraba la puerta y se tiraba practicamente a la cama, poniendo Tom una cara de niño satisfecho
– Sabía que responderías a mis súplicas, aunque no sé, si tu estarás a la altura de lo que espero – y recibió una palmada de Bill en toda la cara – auuuhh ¿porque me das?
– Eso por decirme que no estaré a la altura gilipollas ¿cuando no he estado? ¿eh? – le besaba por el cuello
– Siempre has estado cielo – se dejaba besar y Bill paró
– ¿Que me has llamado? – le miró
– ¿Cielo?
– Nunca me has llamado cielo – le miraba a los ojos – ¿se lo has dicho a otro u otra?
– No Bill, nunca he estado con nadie que no seas tú, anoche me la chupo una alien, pero es solo eso, una alien, nadie que se enamoraría de mí
– Joder Tom, te voy a echar el mayor polvo de tu vida – le mordía el cuello
– pero shshhs en silencio, recuerda que mamá está en la otra punta del pasillo y somos sus angelitos – se reía por las cosquillas de Bill
– sus angelitos que se follan entre ellos mismos – Bill acompañaba esos besos, metiendo la mano por debajo de los pantalones de Tom
– siiiiiii la palabra follar me ha gustado ahora mismo – le susurraba a su hermano menor que estaba totalmente decidido a hacerle suyo esa noche. Le arrancó la camiseta ayudado de Tom y le chupo uno de sus pezones, mientras tocaba por encima de los calzoncillos todo el ser de Tom, haciendole arrugar la cara con tan solo los pequeños gemidos que estaba haciendo Bill.
– Cambiate de posición y ponte bocabajo – le susurró Bill y su hermanó actuó al instante sin decir nada, solamente la alta respiración – ahora dime quien te va a follar mejor que yo ¿eh? – se bajaba los pantalones del pijama y los calzoncillos
– Nadie más, solamente tú – sentía como Bill le bajaba los pantalones y los calzoncillos
– hermanito, a mi tampoco me han follado, solamente tú – le susurró al oido y eso provocó una sonrisa en Tom, lo que le hizo pensar que su hermano solo follaba a los tios, no al revés. Bill dejaba caer un camino de saliva hacia su propio miembro y escupía su propia mano para luego masajearse y empaparse un poco, mientras que tambien escupia a su propio hermano, cuando ya estaban lo suficientemente lubricado, se introdujo lentamente en su hermano ayudandose con su mano, con la otra Bill se agarraba fuerte a la cadera de su hermano, no quería perder ningun tipo de fuerza al ir penetrandole lentamente, sentía como se podía mover el vientre de Tom en cada movimiento, ahogando así sus propios gemidos y jugando con la respiración para no afixiarse. Bill no tardó en coger ritmo, pudiendose agarrar con las dos manos de la cintura de su hermano que este a su vez flexionaba más las piernas por no poder aguantar las embestidas de su hermano, el pequeño cogió velocidad en cada movimiento, Tom apoyaba las dos manos en la mano mientras arrugaba la cara como ningún otro día, en casa podían gemir como locos, pero en casa de su madre tenían que callar. Bill moría de sudor, de respiración, de afixia, de cansancio, estaba penetrando a su hermano como nunca lo había hecho, iba tan tan tan rápido en sus embestidas, que estiró los brazos y se agarró de los hombros de su hermano para hacerlas mas profundas e intensas, sentía el sudor de su hermano por toda la espalda, dejó caer su cabeza para sentir desde atrás el palpitar del corazón de su hermano, sentir la conexión que nunca han perdido.
– Bill – se ahogaba – me corro y no me he masturbado, me voy a correr, me corro…. – susurraba
– Vamos campeón, correte – aumentó más su velocidad penetrandole hasta que sintió un pequeño gemido de su hermano, ahogado por un suspiro que rápidamente cayó en la almohada para terminar de gritar. Bill siguió con alguna penetración más y salió de su hermano lentamente, lo había dejado medio muerto, y cayó bocarriba a su lado a punto de darle un infarto y tosiendo.
– ¿Tú? ¿te has corrido? – le preguntaba Tom como podía
– Sí, antes que tú, justo cuando caí en tu espalda
– ¿Antes que yo?
– Antes que tú hermanito, el pequeño ha ganado al grande – sonrió por un momento. Tom no se atrevía a moverse y se quedó en la misma posición que se había quedado, justo bocabajo y con los pantalones y calzoncillos a medio bajar con todo su trasero al aire y sin camiseta, Bill se quedó así tambien, de la misma manera pero a la inversa, justamente mirando el techo y acariciando el brazo que le pasaba su hermano casi por el cuello, ambos cayeron rendidos y dormidos como dos pequeños angelitos.
Amanecieron casi de la misma postura, pero al reves, ahora Tom estaba bocarriba y Bill bocabajo pero abrazado totalmente por su hermano y viceversa, aunque se habían tapado tras hacerlo para no enfriarse.
– Niños – gritó la madre. Tom abrió los ojos automaticamente y se incorporó, sin saber muy bien lo que estaba escuchando, cuando escuchó por segunda vez a su madre gritar niños, movió a Bill y lo tiró de la cama, lo empujó, haciendo enfadar a Bill y se puso un dedo en la boca mandandolo a callar y que se pusiera debajo de la cama, el pequeño lo miró asustado porque había escuchado a su madre tambien y se arrastró debajo de la cama – Niños – gritaba una vez más
– Sí mamá – dijo Tom levantandose y a punto de salir de la cama cuando su madre abrió la puerta de la habitación – mamá, joder que ya tengo 23 años como para que abras la puerta.
– ¿Y que? soy tu madre, eres mi hijo , ¿a que huele? abre la ventana
– No mamá no la abras
– Que son las tres de la tarde, ¿es que no se piensan levantar mis pequeños? – abría la ventana – voy a despertar al dormilon de tu hermano
– Sí vete a despertarle y – se dió cuenta de que Bill no estaría allí – no mamá, espera, Bill ha salido a casa de Andy a coger no se que
– ¿Que? ¿Y no me ha dicho nada?
– No se mamá, ya sabemos como es Bill de independiente
– Pues voy a llamarle y se va a enterar de quien soy yo
– Si corre mamá ve a llamarle, y prepara café para tu hijo favorito – gritaba mientras su madre salía de la habitación.
Continúa…
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