«Me niego a ser tu hermano» Fic Twc
Capítulo 2
– no hace falta que me digas nada, ya lo he pillado – Tom se apartaba de él
– Tom, no me hagas culpable de nada, además es MENTIRA, ¿entiendes? MENTIRA!!!! no he estado con ningún otro – se levantaba y se ponía los calzoncillos
– MENTIROSO!!! – le gritó – en mi puta cara te atreves a mentirme
– mira nene, estas delirando – se encendía un cigarro
– ven aquí – le tiró el cigarro de la boca y le agarró de la mano – mirame a los ojos, mirame y dime que no has estado con otros, que no hueles a otros, que vienes a las tantas de la noche de tus eternos paseos, dime que que estoy mentiendo
– Tom es, es absurdo esto
– QUE ME MIRES A LOS PUTOS OJOS Y ME DIGAS DE UNA PUTA VEZ QUE NO HAS ESTADO CON OTROS – gritó como si se le fuera la vida en la frase
– Si – hubo una pausa entre los dos y Tom le soltó de la mano – pero no es mi culpa Tom, tú eres el culpable de todo, tú me prometiste venir a Los Angeles a empezar como pareja y lo único que nos está pasando es que seguimos actuando como hermanos
– venga Bill, este discurso de princesita llorona ya no te vale, quiero de vuelta a mi hermano, no al hijo de puta en el que te has convertido
– Tom, te estas pasando, basta! no quiero oirte hablar – caminaba hacía al salon
– y lo peor de todo ¿sabes que? que ni siquiera se si te quiero como un hermano o como
– basta TOM!!! Ya vale, te acabo de decir que he estado con otros y ni siquiera te ha importado
– claro que si que me importó en cuanto me entere de todo, ahora lo acabo aceptando y sigo viendo como tienes la poca vergüenza de seguir acostandote conmigo y de decirme que me quieres, cuando te acuestas con el primero que pillas, de ahí vienen mis celos, de la impotencia de no poder cruzarte la cara – se encendía un cigarro
– no soy así Tom y lo sabes, no se que te pasa, pero te estas equivocando
– el que se esta equivocando eres tú, mirate, mirate en lo que te has convertido, te has dejado, te has cambiado el pelo, te dejas barba, te haces piercings, por no hablar de tus tatuajes, que mira Bill – le enseñaba el suyo – ¿ sabes lo que es esto? porque parece ser que se te ha olvidado de que nos hicimos esto juntos, nuestra hora de nacimiento, y tú lo ensucias tapándotelo haciendote esa asquerosidad, tapando algo que nos pertenece, ¿para esto querías que me hiciera el tatuaje? ¿para que luego te taparas tus numeros para pintarte un pájaro? Ahora preguntate, quien no quiere a quien
– Tom, me estas haciendo culpable de algo que no – se tocaba el pelo – Tom yo busco lo que no me das, yo necesito que me quieran, y tú no me quieres, no me quieres, ¿no entiendes que no quiero ser tu hermano?
– ¿que no te doy Bill? Explicamelo
– yo te quiero como pareja, no como hermano, yo, yo quiero, estar contigo en la calle y aquí, pero juntos, quiero dejar de esconderme, nos mudamos aquí para empezar juntos algo diferente
– pero gilipollas!!! – gritó – ¿que quieres, matar a mamá de un infarto? ¿quieres que se entere por la prensa o que sus hijos estan follando desde que tenian doce años? ¿quieres hacerlo eso a mamá? La mataríamos, egoista!
– mamá nos entenderá, ella nos apoya, siempre nos apoya
– claro, en la banda, en nuestra vida, en cosas madre/hijo, no podemos aparecer de la mano y decirla que estamos juntos, la matariamos, por esta puta razón tenemos que tener la boca cerrada para siempre, pero ya da igual, porque paso de ti
– no Tom – empezaba casi a llorar – vale que ya no te guste fisicamente, pero todo el mundo cambia, pero no me digas que no soy el mismo porque lo soy y no me digas que pasas de mí, porque estamos unidos para siempre, sigo siendo tu bebé – se acercaba a su hermano pero le apartaba
– no te pienso perdonar en la vida Bill, que te quede muy claro, el daño que me has hecho – le miró fijamente a los ojos
– Tom, no es justo
– lo que no es justo para mí es saber que te ibas al gimnasio y que allí no vas precisamente a hacer tus ejercicios, y no quiero seguir hablando de esto – apagaba el cigarro
– tenemos que hablarlo
– no, prefiero dormir en el sofá
– Tom
Le quiso cojer de la mano para besarla pero Tom se la apartó al instante, se tumbó en el sofá y puso su brazo en su cara para no tener que abrir los ojos, o mejor dicho, para no tener que llorar delante de su hermano. Bill se quedó mirandole por unos insntantes, sin saber que hacer, realmente le había dejado sin palabras tenía razón, pero no le gustaba que impusiera su propia ley, sin decirle nada. Entró en la habitación dejando la puerta abierta por si su hermano se arrepentia y volvía a la cama, se tumbó bocabajo y sentía el mayor vacío del mundo, empezó a llorar y miró el telefono, marcó el segundo número de la agenda y esperó.
– Mamá
– Bill, eres tú
– ¿Es temprano allí?
– No no, está bien, ¿como estaís?
Bill no pudo contenerse y empezó a llorar, se levantó a cerrar la puerta de la habitación, sabía que con su madre no podía contener sus sentimientos y esa noche estaba realmente dolido. Tom al escuchar murmullos se acercó a escuchar al otro lado de la puerta.
– No me asustes Bill,¿ha pasado algo? ¿tu hermano esta bien?
– Sí, solamente quería escuchar tu voz.
– Bill
– Vale mamá no te puedo mentir, he sido realmente malo con una persona
– ¿Con aquel chico con el que salias?
– Sí, con ese chico, me he comportado como un cabrón y ni siquiera me quiere mirar a la cara, dice que he cambiado y que no me quiere más mamá, dice que me ha dejado de querer, que ya no quiere seguir conmigo.
– Cariño, el mar esta lleno de peces, de millones de especies, simplemente espera a encontrar a otro, una persona que no te quiere por como eres o porque cambias de estilo o de lo que sea, es que no sabe ni al menos respetarte.
– Pero mamá, yo he sido malo tambien, yo, se supone que iba muy en serio con él, pues yo he estado con otros chicos y ahora él se ha enterado y esta cabreado.
– Nene, dale tiempo al chico, que por cierto no me lo has presentado, ni siquiera por Skype.
– No te preocupes mamá, si no pasa nada, ahora me siento un poco mejor, pero lo he hecho muy mal y ahora estoy pagando por todo, dice que no le gusto como antes.
– Es imposible que tu no gustes, tú eres perfecto mi amor
– No lo soy mamá, ya no le gusto, no le gusta mi barba, mi cuerpo, mis tatuajes, nada de mí
– Eso seguro que te lo ha dicho porque esta cabreado, si habeis tenido una discusión espera un tiempo hasta que las aguas vuelvan a su cauce y entonces, ya hablais más tranquilos ¿okaj meine engel?
– Okaj
Siempre le había hablado a su madre de que estaba con un chico o con otro porque no podía evitar contar lo que era, aunque emitiendo que era su otro hijo. Se quedaron hablando un poco más, Tom se apartó de la puerta y regresó al sofá a dormir, esa noche la quería para el solo.
A la mañana siguiente, un olor a café despertó a Tom, se levantó algo aturdido recordando la discusión de la pasada noche y se fué directamente al baño, cuando salió, vió como Bill mordía una tostada, sus miradas se cruzaron pero a penas ninguno de los dos abrió la boca para decirse nada, Tom cojió una taza y se echó café, se sentó en frente de Bill, mientras este hacía como que miraba hacía una revista, sin decirse nada, hasta que un imposible Bill rompió el hielo.
– ¿No vas a decir nada?
– No – movía el café
– ¿Sigues enfadado?
– ¿Tú que crees, cuando la persona que más quieres en tu vida te ha admitido que se folla a otros porque dice que no tiene lo que quiere?
– No sirve de nada que te pida perdon ¿verdad?
– No voy a poder tocarte si se que otros lo han hecho
– Está bien, no me ibas a entender – se daba por vencido arrogantemente
– No, pero ya llegarás a mi madurez y te darás cuenta.
– Entiendo
– Me alegro
– Entonces no tiene ningún sentido que sigamos viviendo juntos – chupaba la cuchara
– ¿Me estas amenazando con irte de casa? ¿Ese es el consejo que te ha dado mamá?
– No la metas en esto
– Yo no la llamé llorando porque tu chico imaginario no te quiere
– Vete a la mierda! – se levantó.
Continúa…
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