Meine unmögliche Liebe. FIN

Fic Toll / Omegaverse. Por OkamiMeztli

Capítulo 6: Epílogo

-¿Papá? -yo me acerqué a la pequeña Ahren, se tallaba sus ojitos azules con sueño.

-¿Te despertaste? -me senté en la pequeña mecedora que había en el lugar con ella sobre mis piernas.

-Hay mucho ruido.

-Tranquila, no es nada.

-¿Me cuentas una historia? Por favor, una de esas que me cuentas antes de dormir- yo sonreí mientras la abrazaba.

-A ver, veamos…Habia una vez una princesa que…

-No, no, no, ya no quiero historias de princesas, yo quiero un cuento como el de mi libro.

-¿Qué libro leíste?

-Romeo y Julieta.

-¿No es una historia un poco triste para una niña de 10 años?

-Para nada, me gustó mucho.

-Entonces ya se que historia te voy a contar. Hace muchos años, en el seno de dos clanes, un par de lobos se enamoraron, las chispas saltaron cuando alfa y omega cruzaron miradas por primera vez, sabían desde el primer segundo, que sus corazones latirían en compás con el otro hasta que la vida les abandonara. Cada atardecer, alfa y omega se encontraban en el sitio llamado «Refugio». El tiempo paso, una hermosa amistad se formo entre ambos lobos, sin embargo, los deseos de ambos se volvieron uno cuando alfa se decidió a besar a omega, aquel lugar fue testigo, de las primeras promesas de amor. Sin embargo, no todo podía ser perfecto, alfa y omega eran los sucesores de los mayores clanes enemigos, por lo que su historia de amor, era un secreto prohibido. Los amantes lo sabían, pero decidieron creer en el amor, pues según sus creencias, si había amor, todo era posible.

-¿Y no era así?

–No exactamente, el amor verdadero existe, pero no lo va a solucionar todo, en el mundo real, tienes que luchar por lo que quieres.

-¡Oh! ya veo.

–Continúo… Con el pasar de los días, pasó lo que tenía que pasar, alfa y omega concretaron su amor de manera física, entregándose mutuamente, en el calor de su refugio, aquel día inolvidable, a omega se le fue entregada una de las mayores bendiciones del mundo terrenal, dentro de omega se concibió una vida.

–Iban a tener un cachorro.

–Exacto, sin embargo todo se complicó. Cuando los amantes volvieron a sus hogares, sus familias decidieron que era momento de que asumieran sus cargos, siendo así que ambos contraerían matrimonio. Los amantes se negaron rotundamente a casarse con los lobos equivocados por lo que acordaron escapar. Huyeron de todo y desaparecieron, los meses pasaron y el cachorro, fruto de su amor, creció y creció, así como la ilusión en ambos amantes.

-Eso quiere decir que todo terminó bien, ¿cierto?

-Quisiera decir que si, pero eso no paso. La noche que el cachorro nació, toda esa bella historia de amor desapareció. Los padres de los enamorados por respeto, permanecieron afuera del lugar donde Omega y Alfa traían al mundo a su cachorro, sin embargo, aunque nació vivo, su corazón empezó a detenerse. Su pequeña Ahren estaba perdiendo la vida.

-Se llamaba como yo…

-Amor, mírala, es una niña, como tú dijiste, nuestra pequeña Ahren. ¿Amor? -a esas alturas los ojos de Alfa estaban llenos de lágrimas, no podía creer que después de todo, su cachorrita no permanecería a su lado.

-Es muy pequeña- el corazón de omega se oprimió más si era posible al ver que la vida de su bebé se desvanecía.

Alfa sabía que no le quedaba mucho así que puso a la bebé en los brazos de omega, la pareja empezó a llorar, devastada por la pérdida de su cachorro. Alfa creyó que eso sería lo peor que le podía pasar, pero se equivocaba, ya que frente a sus ojos, no sólo la vida de su cachorra se desvanecía, sino que su amor estaba perdiendo la vida, Omega había perdido mucha sangre en el momento en que su cachorra nació, y no había nada que Alfa pudiera hacer para salvarlas.

-Amor, tú no, Ahren nos dejó, no me dejes tú también- Omega acarició la mejilla de Alfa con la poca fuerza que le quedaba.

-Lo siento – Omega cerró los ojos y Alfa comenzó a aullar dolorosamente. Le estaban arrebatando la mitad de su alma.

-¿Omega murió? Si eso pasó, quiere decir que después Alfa se suicidó ¿no? Como Romeo y Julieta. 

-No, Omega no murió y Alfa tampoco.

-Entonces ¿siguieron juntas?

-Tampoco pasó eso.

-¿Entonces?

-Ambas fueron separadas y cumplieron con lo que ya estaba estipulado, de acuerdo a el plan. Omega se casó con el líder del clan Trumper y Alfa con el líder del clan Kaulitz. No las dejaron despedirse, no pudieron verse desde aquel fatídico día donde el hilo que las unía se rompió -en ese momento se escuchó un alarido de dolor venir de la habitación frente a nosotras.

-¿Qué es eso?

-No es nada, tranquila.

-Entonces fue un final triste… el de la historia.

-Ese no es el final.

-¡Abuelita Agatha!- Ahren saltó de mis piernas para ir a abrazar a su otra abuelita.

-Hola mi niña, ¿la abuelita Simone te estaba contando un cuento?

-Si, pero el final es muy triste.

-Es por que ese no era el final.

-¿A no?

-No, con el pasar del tiempo ambos corazones se curaron y a pesar de la forma en que conocieron a sus maridos ambas se enamoraron de nuevo. Omega tuvo un hijo antes que Alfa y todo estaba bien.

-Abuelitas, ¿por qué todas las historias de amor prohibido terminan mal?

-No todas las historias así terminan mal.

-Dime alguna en la que haya terminado bien- demandó la pequeña Ahren.

-Hace unos años, dos lobos se conocieron en los límites de sus territorios, al igual que Alfa y Omega con una mirada se enamoraron, a ellos les costó mucho ya que eran los sucesores de ambos clanes enemigos, la historia fue similar, sólo que esta vez el Alfa Romeo era muy sabio, por eso supo cómo terminar con la enemistad de ambos clanes, la noche en que su Omega traía al mundo a su cachorra.

-¿Entonces ellos eran Alfa Romeo y Omega Julieta?-ambas empezamos a reír ante la ocurrencia de nuestra nieta.

-Algo así, sólo que Julieta era macho- ella abrió si boca en forma de o.

-¿Cómo se llamaban? -ambas sonreímos, sabíamos que tarde o temprano ella se enteraría de la historia de sus padres, así que no se lo ocultamos.

Yo asentí antes de que el diera la vuelta y amenazara con marcharse.

-Me llamó Tom -él volvió a encararme con esa hermosa sonrisa antes de responder.

-Mi nombre es Bill.

Ahren nos pidió que le contáramos la historia completa, y las dos accedimos, mientras Agatha le contaba la historia yo no pude evitar recordar aquel día, en que todo mejoró.

Todos los lobos presentes aullaron de alegría recibiendo a el nuevo líder de los clanes, todos esperamos ansiosos algunos minutos, todo estaba en silencio y eso solo nos puso más nerviosos.

-¿Estarán bien? ¿y si algo le pasó al cachorro? ¿y si algo le pasó a Bill?

-Calma Agatha, Tom tiene razón, Bill es fuerte, podrán con esto.

Ambas nos quedamos calladas un momento hasta que decidimos que entraríamos a investigar, Jorg y Gordon decidieron entrar con nosotras. Los cuatro fuimos hasta el lugar donde Simone dejo a Bill antes de que él la sacara, parecía que un huracán había pasado por el cuarto, todo era un desastre, sin embargo ellos no estaban ahí. Decidimos no entrar en pánico y mejor fuimos a revisar la habitación que los dos compartían. 

Caminamos en silencio y abrimos la puerta despacio, los cuatro nos conmovimos ante la escena que se desarrollaba frente a nosotros, ambos estaban recostados, Tom tenía a Bill entre sus brazos mientras que Bill tenia sobre su pecho un pequeño bultito envuelto en una mantita, ambos se veían cansados, pero tenía una tierna sonrisa en sus labios.

-Chicos-Ambos desviaron la vista para vernos, estaban felices.

-Shh, esta dormida- todos nos acercamos en silencio hasta el lecho, cuando estuvimos cerca, Tom movió la manta dejando ver la cabeza de su pequeño cachorro- su nombre es Ahren- Agatha y yo nos miramos a los ojos antes de volver a verlos, Bill parpadeaba seguido, como si luchará por no quedarse dormido, Tom lo noto así que beso su frente antes de susurrarle algo al oído. Bill asintió antes de cerrar sus ojos. Tom se desvelo toda la noche como un fiero perro guardián, mientras Bill y Ahren descansaban. Al ver a la tierna familia todos se convencieron de que lo mejor era esforzarse por terminar la horrible enemistad.

-¿Y funciono? Bueno tomando en cuenta como vivimos ahora supongo que si.

– Fue más difícil de lo que creyeron, algunos lobos se opusieron, claro que era los de edad avanzada, y algunos clanes se opusieron firmemente, ya que se formaría un solo clan para liderar a los otros 13, pero al final, tus padres lo lograron.

Todas nos quedamos en silencio algunos momentos, Ahren empezaba a quedarse dormida cuando escuchamos algunos gemidos de dolor, la pequeña se veía un poco asustada, sabía de quién eran y no quería que lastimaran a esa persona. El volumen de aquellos alaridos aumento hasta que todo se volvió silencio, intercambie miradas con Agatha hasta que el llanto de un bebé nos sacó una sonrisa a las 3, esperamos en silencio algunos minutos hasta que Tom salió de la habitación con una sonrisa de oreja a oreja.

Narrador omnisciente 

-Ahren, ven conmigo.

La pequeña tomó la mano que su padre le daba antes de que entraran las 3 al cuarto, caminaron en silencio hasta que pudieron ver a Bill. Ahren se quedó parada a algunos pasos de la cama, se veía indecisa y hasta cierto punto, asustada.

-Ahren, amor ven aquí- la voz de Bill la saco de su ensimismamiento, siguió caminando y Tom la ayudó a sentarse en la cama, cerca de Bill y el pequeño bulto de sábanas que tenía entre brazos- ellos son tus hermanitos Zelig y Zelinda.

La niña de diez años se acercó a su padre sólo para ver a los dos bebés que eran sus hermanos, Ahren aún a su corta edad se percató de que los dos eran muy pequeños y delicados, sin embargo lo que más conmovió al infante fue la forma tan tierna en que ambos bebés se tomaban las manos, como si se necesitarán para sentirse seguros. Ahren sonrió, y en ese momento se prometió ayudar a su papá Bill a cuidarlos, pero sobre todo, prometió que los protegería en contra de todos.

Agatha y Simone miraban la escenas conmovidas, les alegraba que aún que su amor se malograra, sus hijos tuvieran la dicha de formar su propia familia.

Por que todo en la vida tiene solución, menos la muerte.

Y por que no todos los amores prohibidos tienen un final como el de Romeo y Julieta.

F I N

Gracias por leer.