«Un pirata no se enamora»
Cap 17: No entendía nada
Sentí entonces como el sonido de otro disparo sonó. Asustado y prácticamente en shock…sentí como todo el peso de Thomas se iba sobre mi…lo mire y el…el…tenía los ojos cerrados.
By Thomas
Sentí una gran satisfacción cuando vi al maldito cerdo del rey caer al suelo muerto. Todo estaba hecho un alboroto pero a mí solo me interesaba ahora mirar a uno de mis tesoros más preciados. Bill me miraba sin creérselo prácticamente en shock.
-Te dije que todo estaría bien Bill- me agache hasta su altura – te prometí que jamás te haría daño -acaricie su mejilla y enseguida mi pequeño Bill rompió en llanto y se lanzó a mis brazos.
Sonreí al sentirlo sollozar. Mi hermoso Morgan creyó que iba a ser capaz de asesinarlo y la verdad era que no podría hacerlo. Al principio creí que era mejor asesinarlo pero…era como si algo en mi me dijera que sería un idiota si matase a un ángel como él.
Alce la vista y vi al hermano de Bill subirse a la tarima y disparar su arma hacia Bill. Enseguida lo tome por la cintura y le di la vuelta sintiendo como la bala penetro mi espalda haciéndome sentir un dolor terrible. Todo…se estaba colocando negro.
-¡Thomas!- grito mi pequeño Bill- ¡Thomas no te mueras!- me grito.
Me sentí bastante débil…jamás me había sentido así ¿moriría? Pues que así fuera. Había vengado la muerte de mi hermano y estaba en brazos de mi gran tesoro, todo estaba bien ahora. Sentí como todo se me iba encima solo pude susurrar dos palabras antes de perderme en un mundo desconocido.
-Te amo.
.
By Bill
-Te amo- le oí decir. En ese momento no sabía cómo tomar eso…sentí muchas cosas pero al sentir que todo el peso de Thomas se iba contra mí y no reaccionaba entre en desesperación.
-¡El capitán está herido!- grito Georg llegando a mí y tomando a Thomas con cuidado…yo no reaccionaba.
-¡No!- grito Smith subiéndose a la tarima- ¿Quién fue? ¡Quien lo mato!- grito y me miro lleno de ira. Smith se iba a tirar sobre mi lleno de lágrimas en los ojos.
-Fue ese- señalo a mi hermano que se despertaba.
-Maldito- susurro Smith- ¡te matare! -iba a correr pero mi hermano grito algo que nos dejó congelados a todos.
-¡El hermano de Thomas no está muerto!- Smith se congelo y todos miramos a mi hermano.
-¿Qué?- cuando se le iba a cuestionar un trueno nos hizo mirar hacia el cielo.
Empezó a llover de repente…el cielo se fue llenando lentamente de nubes grises y cargadas de truenos que caían con furia…el viento azoto el lugar mojándonos a todos enseguida.
-¡Thomas!- se escuchó el lamento espeluznante de una voz femenina desgastada. Yo había escuchado esa vos en algún lugar- ¡No Thomas!- grito en su lamento.
El clima estaba enfurecido el viento soplaba muy fuerte, la lluvia caía a cantaros y los truenos y relámpagos se pronunciaban más. Cuando fui a abrazar a Thomas el trueno callo junto a nosotros y con él una figura envuelta en una capa negra…entonces recordé a aquella bruja. Nadie podía verla solo yo, los demás eran empujados por el viento y azotados por la lluvia todo un monzón se había armado.
La criatura avanzo hacia nosotros y pude ver su rostro…era una calavera…un rostro esquelético y sin vida se veía…parecía la muerte misma.
-Thomas – chillo agarrándolo de los hombros con sus manos huesudas y quitándome a mí- yo te cuidare.
-¡No!- grite histérico y muerto del miedo. Aquella figura me miro.
– ¿Quién eres?- me pregunto de manera fría.
-Yo…yo soy un tesoro de Thomas- solloce- no voy a permitir que te lo lleves ¡él es mío! -grite y se lo arrebate de los brazos.
-¡Cállate maldito!- me dio una cachetada haciéndome caer hacia atrás. Enfoque mi vista y vi como escondía a Thomas en su túnica negra.
-¡No! Thomas – susurre- ¡Tooom!- grite con todo lo que daban mis pulmones sin saber que más hacer.
Cuando la bruja se iba a ir dificultosamente por la gran lluvia pude ver que la mano de Thomas tomaba la huesuda de aquel espectro. Esta sonrío y bajo un poco su túnica…vi los ojos débiles de Thomas que me susurraron unas palabras que no me podía creer.
«Todo está bien ahora»
Un viento brusco y despiadado me hizo cerrar los ojos…al abrirlos…el…él no estaba…rompí en llanto desesperado buscándolo…y tal como llego el monzón…la lluvia paro su ferocidad pero aun caía…los truenos y relámpagos se sosegaron…el viento se tranquilizó…y yo no sabía qué hacer…todo se puso negro…muy oscuro.
-Despierta muchacho – escuchaba el sonido de una vos conocida…era la mucama ¿Qué había sucedido? Abrí mis ojos lentamente y me encontraba en mi cuarto. La mucama me había traído el desayuno y al verme sonrío cálidamente. Estaba confundido ¿Dónde estaba Thomas?
-¿Qué paso? – pregunte tratando de incorporarme-
-Se ha dado un buen golpe ayer en sus clases de esgrima- me sonrío. ¿Qué? Eso había sucedido un día antes de que me fugara y conociera a Thomas ¿Qué le pasaba esta señora?
-¿Qué?- pregunte confundido- eso no puede ser verdad. Hace como un mes que no estoy en casa.
-¿Eh?- se preguntó y luego rio- el doctor dijo que sufrió un golpe en la nuca y que podría estar muy confundido cuando despertara. Ayer estaba practicando y su hermano lo empujo sin intención y se golpeó en la cabeza.
Todo era muy confuso ¿de que hablaba está loca? Eso había pasado hace mucho. Un dolor horrible llego a mi cabeza así que me la agarre dejando salir un gemido de dolor.
-¿Quiere que llame al doctor?- me pregunto asustada.
-No.
-¿A su padre?- sorprendido la mire.
-¿Mi padre está vivo?- pregunte.
-Por supuesto que si- me contesto ya algo fastidiada- está confundido durmió por mucho tiempo. Su padre está en su despacho si necesita algo llámeme- y salió del cuarto.
Me levante algo mareado ¿Qué pasaba? ¿Todo había sido un sueño? ¡No! Thomas ¿Dónde estás?
Asustado corrí hacia el despacho de mi padre. Lo abrí y allí estaba él mirando su mapa…cazando piratas…como siempre lo hacía.
-Bill- se levantó de su silla- que bueno que despiertas te diste un buen golpe- me miro y luego sonrío satisfecho.
-¿Padre…?- dije dudoso- ¿Qué sabes de Thomas logan algo?- no podía recordar su nombre entero…y su rostro… cada que trataba de recordarlo me hacía doler la cabeza de manera espeluznante.
-¿Quién? – pregunto levantando una ceja.
-El pirata que comanda la nave Quimera creo que es- dije desesperándome.
-¿Quimera?- sonrío divertido- ¿Qué clase de sueño tuviste Bill?-se rio- No he oído de esa nave ni de ese pirata tal vez solo lo soñaste.
-Si…- no entendía nada. Salí de su despacho y fui a cambiarme.
Me bañe y salí al pueblo tratando de no llamar la atención con un sombrero. Fui a aquel bar que recordaba vagamente…cuando llegue a aquel lugar…había una florería. ¿Dónde estaba? Thomas ¡mierda todo era muy confuso!
Entre a la florería y allí había una anciana arreglando una flores. Me acerque a ella tratando de no demostrar mi ansiedad.
-En que puedo ayudarle joven- me dijo con una vos seca.
-Disculpe… ¿Qué había aquí antes de la florería? – pregunte.
-Nada- sonrío- siempre he vivido aquí.
Salí corriendo de la florería…tal vez me había equivocado de lugar ¡ese bar tenía que existir! Recorrí Dublín por todos lados y no encontraba ese bar. Fui hacia el puerto y habían barcos que sabía que eran piratas pero ninguno tan imponente como el de Thomas. No encontraba ni un rastro de él…nadie sabía de su barco del cual ya ni el nombre recordaba…es como si…no hubiera existido.
Continúa…
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