«Un pirata no se enamora»
Cap 8: Michael Cons
Estuvimos compartiendo aquel momento, saciando nuestro deseo sexual…atracción entre humanos…atracción entre corazones…unidos un par de almas como el Yin y el Yang.
By Bill
Abrí los ojos lentamente al sentir que todo se movía un poco brusco. Me levante y vi que ya era de día pero por la ventana se podía ver una tormenta que azotaba con gran fuerza todo el mar.
Me vestí deprisa y salí de la cabina con mucho cuidado de no ser visto. Todos los marineros gritaban y se movían de lado a lado agarrando los nudos de las cuerdas y manteniendo todo en posición.
Thomas estaba en el timón manejándolo con fuerza ya que la tormenta hacia balancear el barco de una manera voraz. En un movimiento mientras iba bajando las escaleras me caí hacia un lado, cayendo en la parte detrás de las escaleras.
-¡Carajo!- susurre. Me había pegado en ya mi adolorido trasero, demasiada suerte, además de que estaba empapado.
Mire hacia donde había caído y vi una puerta que se escondía en las sombras en el hueco que creaban las escaleras…con curiosidad gatee hacia aquella puerta e intente abrirla…para mi desgracia estaba cerrada.
Maldije hacia mis adentros ¿Qué había allí? Era cierto este maldito barco era muy grande pero jamás me había puesto a explorarlo. Mire la puerta y esta era de madera reforzada; tenía dos cerraduras una de llave normal y otra de llave especial. ¿Qué significaba eso? ¿Qué guardaban allí con tanto cuidado? Iba a levantarme pero otra sacudida me hizo ir de frente y me pegue en la cara contra la puerta.
-Mierda – Pensé y salí de allí a gatas.
-¿Qué haces Morgan?- me pregunto el maestre con su vos gruesa y demente.
-Lo siento maestre pero no estoy acostumbrado a que la nave…- otro movimiento y me fui de lado; el contra maestre se agarró del borde de las escaleras.
-Sube a tu puesto Morgan tienes que estar pendiente de que no choquemos ¡No todo lo puede hacer el capitán! – me grito molesto y yo me asuste.
Me levante rápidamente y corrí hacia el palo con las redes y subí con dificultad. Por poco me caigo pero conseguí llegar arriba. Allí Smith me miro.
-Ya era hora- me dijo.
-Oye Smith- el me miro- lo de la Quimera es cierto.
Su demente rostro mostro una gran sonrisa llena de excitación y sin decir más bajo de allí. Me agarre del mástil y empecé a mirar hacia todos lados; Los relámpagos caían y el mar estaba enfurecido. Las olas impactaban con fuerza y ferocidad contra el Quimera…pero este a su vez solo se balanceaba sin dejarse ganar por ninguna de ellas.
Estaba haciendo un frio de muerte y yo ya estaba completamente mojado; me tocaba sacar el agua de mi pequeño lugar de trabajo y el viento había empezado a soplar de manera bestial.
Ya había anochecido. Baje de mi lugar y fui a la segunda planta donde todos los marineros descansaban. El mar se había calmado y el cielo estaba azul oscuro y lleno de estrellas.
-Mierda que cansado estoy- suspiro el calvo que contaba las historias.
-Es verdad- se rio Smith- pero agradece que el barco soporto ese monzón tan bestial
-Pues que más- se rio el calvo- Es el Quimera nadie lo podrá hundir.
Estuvieron hablando de estupideces mientras bebían ron; me fije de un hombre que estaba en la hamaca donde dormía Andreas. Estaba mirando al techo pensativo así que me acerque a él.
-Hola- dije tímidamente.
-Morgan- me miro con desdén- ¿Qué hace el consentido del capitán aquí abajo?
-¿Quién eres?- pregunte frunciendo el ceño-
-Soy Michael Cons- se sentó sin dejar de mirarme- un ex militar de tu padre Kaulitz-
En ese momento toda mi sangre se congelo y sentí que todo se me venía abajo. ¡Carajo! Mi padre era odiado por los piratas ya que el los mataba si pisaban Irlanda pero… ¿Qué me harían si se enteran que soy su hijo? ¡Mierda!
-Y dime Morgan- se rio. En ese momento lo detalle más. Cons era delgado, no muy mayor que yo…tenía el cabello rojo y no muy corto…sus ojos eran verdes y su piel blanca. – ¿El capitán sabe quién eres?-
-N-no- conteste asustado.
-Vaya vaya- se rio- ya lo decía yo. Thomas es quien más odio le guarda a William Kaulitz después de lo que le hizo a su hermano.
-¿Qué?- pregunte ahora confundido.
– Si ¿Qué no sabes?- sonrió- Tu padre a perseguido a Thomas desde muy pequeño…pero sabe que Thomas no le teme a la muerte así que un día en Dublín encontró su casa y en vez de matarlo a el asesino a su pequeño hermano Gustav a sangre fría y cabe resaltar que el chico no era pirata-
Me quede congelado ¿el monstruo de mi padre le había hecho eso a Tom? ¿Qué me haría Tom si se entera que soy el hijo de su peor enemigo? Tenía bastante miedo.
-Además de que Thomas juro vengarse de tu padre de una u otra forma- sonrió- ¿Qué pasaría si revelo tú secretito?-
-¡No lo hagas!- dije bajito para que nadie nos oyera- Por favor no tengo nada que ver con mi padre solo eso el apellido. Hui de allí por eso mismo por favor no lo digas te daré mi parte del tesoro si quieres todo pero no se lo digas.
-No- sonrió y me miro de arriba abajo- si quieres que me quede callado tendrás que darme otra cosa- sonrió con picardía.
-¿Qué?- lo mire como se relamió los labios y entonces entendí- ¡No! ¡Jamás!
-Bueno- se levantó- tengo que ir a hablar con mi capitán- dio dos pasos y lo agarre del brazo. Tenía que hacerlo…no quería perder a Tom…no quería que me alejaran de el por culpa de mi padre.
-Está bien- mire el suelo con los ojos acuosos- pero jura no decirle a nadie.
-Así me gusta- sonrió- vamos- empezó a caminar y yo lo seguí con la vista gacha…entramos al cuarto donde guardaban los galones de ron y cerró la puerta con tranca. Me sentí triste y nervioso.
Cons se abalanzó contra mí y beso mi cuello cual vil animal. Solo me deje…caímos al suelo y él fue quitando mi ropa dejando besos por todo mi cuerpo.
Cerré los ojos sin poder contener las lágrimas que salían de ellos. Solo podía pensar en Thomas…en la traición que estaba a punto de cometer…no quería perderlo por culpa de mi descendencia…amaba a Thomas no importaba si tenía que dar mi cuerpo…solo era de Thomas mi corazón igual…no lo iba a perder jamás.
Sentí el grosor de aquella polla empezar a entrar en mi trasero…estaba tenso así que me dolió cuando entro era un vasto además de que yo estaba totalmente comprimiéndome…pude sentir que tenía bastante bello no exagerado pero lo tanto para llegar a causarme asco. No era como el de Tom él era rubio y no tenía mucho…la polla de este imbécil no era igual de grande…no era igual de gruesa…pero me lastimaba cada vez que entraba y salía…mis lágrimas bañaron todo mi rostro…en ese instante solo deseaba morir.
.
By Thomas
Estaba tirado sobre mi cama descansando de un día agotador de trabajo. No podía sacarme de la cabeza a Bill. Sonreí al recordar como lloro porque estaba preocupado por mi…en verdad nadie jamás me había hecho sentir tantas cosas con cosas tan estúpidas.
-¡Capitán!- grito el contramaestre en mi puerta- ¡Capitán!-me levante y abrí la puerta-Hemos encontrado algo.
Lo seguí hasta la cubierta y allí estaba un hombro barbudo y con una grave herida en su estómago.
-Lo encontramos a la deriva en una canoa capitán- me informo el contramaestre.
-¿Qué te sucedió?- me agache en cunclillas al lado del hombre.
-Irlanda…- dijo casi sin vos- está en guerra- tosió y escupió sangre.
-¿Qué porque?- pregunte intrigado.
-El rey…-dijo respirando agitadamente- está buscándolo…el desapareció…hace un mes…-estaba a punto de morir y no hablaba claro el muy gilipollas.
-¿Quién desapareció?- dije con vos firme. El hombre cogió mi abrigo y me miro.
-S-s-su hijo…- suspiro y callo hacia la tabla sin respirar más.
Me quede pensativo al escuchar eso… ¿El hijo de William había desaparecido? ¡Esta es mi oportunidad! Encontrar a su hijo y degollarlo ante sus ojos tal y como él lo hizo con mi hermano.
Corrí hacia el mapa y mire las expectativas…llegaríamos a Dublín en una semana. Y allí empezaría la cacería. Sonreí con complacencia y me tome un gran sorbo de mi botella de ron. Todo estaba saliendo perfectamente…o eso creía.
Continúa…
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