«Un pirata no se enamora»
Cap 9: Fiebre
Me quede pensativo al escuchar eso… ¿El hijo de William había desaparecido? ¡Esta es mi oportunidad! Encontrar a su hijo y degollarlo ante sus ojos tal y como él lo hizo con mi hermano. Corrí hacia el mapa y mire las expectativas…llegaríamos a Dublín en una semana. Y allí empezaría la cacería. Sonreí con complacencia y me tome un gran sorbo de mi botella de ron. Todo estaba saliendo perfectamente…o eso creía.
By Bill
-no seas melodramático- dijo Cons mientras se terminaba de colocar su sucia camisa- sé que lo disfrutaste -y se fue de allí.
Me encontraba desnudo boca abajo en el suelo…no dejaba de temblar y mis lágrimas salían y salían. Me sentía una puta total…me dolía el orgullo y sobre todo el corazón. Había traicionado a Thomas…pero lo había hecho para que no me odiara…no quería alejarme de él; pero en estos momentos lo que más quería era morirme.
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By Thomas
Ya había amanecido y no había rastros de Bill. Smith ocupo su puesto e intente no demostrar mi impaciencia por saber en dónde estaba; Tal vez había hecho algún destrozo en la segunda planta y estaba limpiando…tal vez si era eso. Porque de ser que estaba durmiendo el maestre ya lo había agarrado a putadas.
Otras dos horas y no aparecía. ¡Jodido sea! Me tenía los nervios de punta y en estos momentos ya me estaba cabreando con el mundo entero.
-¡Ey tú!- grite a un pelirrojo que trapeaba el piso cerca al timón. Se levantó y vi que tenía ojos verdes.
-Si capitán- dijo mirándome.
-¿Has visto a Morgan? – pregunte tratando de no romper el timón en la cara del pibe.
-No señor- me contesto de inmediato- ¿Por qué?
-Nadie te pidió que preguntaras ahora lárgate a trabajar perro sucio- dije fastidiado. Este volvió directamente a su trabajo sin decir nada.
-¡Y una mierda!- grite pateando mi cama.
Ya había anochecido de nuevo y no había ni un puto rastro de Bill. Cabreado hasta los huevos fui a tomar de mi botella de ron pero estaba vacía.
-¿Qué más me falta? ¿Que me den por culo?- susurre para mí mismo y baje hacia la cabina del ron.
Cuando abrí la puerta lo primero que vi fue a Bill tirado en el suelo; estaba empapado en ron y estaba totalmente ebrio.
-¿Bill?- pregunte sorprendido. E l no contestó solo lloraba y se abrazaba las piernas. Algo angustiado me acerque a él y toque su brazo.
-¡No me toques!- grito cerrando los ojos – ¡No me toques!- lloriqueo y yo me quede shockeado.
-¿De qué coño hablas?- pregunte irritado y asustado.
El levanto sus hermosos ojos avellanas y me miro. Sus ojos estaban rojos, no sé si de llorar o de tanto ron que tenía en el organismo. Al verme sus lágrimas empezaron a salir de forma apresurada y salto hacia mí y se abrazó a mi cuello. Mas sorprendido no podía estar.
-Tom…- sollozo- mi Tomy…- susurro entre el llanto y yo estaba totalmente catatónico-jamás me dejes…te juro que te amo con todo mi corazón…no me importa que hiciste en el pasado…ni que aras en un futuro…solo quiero que me ames tal y como lo hago yo…-
Ante aquella confesión mi corazón se disparó a latir como loco. No entendí porque me decía eso o porque lloraba ¿estuvo aquí todo el día? ¿Por qué me decía eso ahora?
-Bill- hice que me mirara a la cara- ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?-le pregunte en un tono de vos que ni yo mismo creí tener. Era suave y protectora…la verdad era que verlo llorar me destrozaba.
-Porque te amo Tom- me dijo moqueando- porque te amo hice lo que hice…- trago saliva-porque no quiero perderte.
-¿H-hiciste lo que hiciste?- pregunte tratando de mantenerme cuerdo…sus confesiones había llenado mi estómago de pirañas y me hacía sentir un tanto mareado.
-Si- cerró los ojos. Iba a objetarle eso pero entonces….- Tom hazme el amor- y me volví a quedar en shock.
-¿Qué?- pregunte sin aliento.
-Quiero que me marques como tuyo capitán- se colocó sobre mis rodillas y agarro sus largas piernas alrededor de mi cintura. Yo estaba arrodillado en el suelo- quiero que nadie nos pueda separar; quiero que siempre seamos Capitán y vigía…quiero que siempre seamos tu y yo-
-Bill- verlo así me devastaba…algo había pasado. Pero sabía que en su estado no me diría nada. Lo alce como un bebe entre mis brazos con extremo cuidado. Él se quedó callado y solo me miraba.
Sea lo que sea que allá pasado lo solucionare. Si hice algo mal…lo corregiré…pero si alguien le hizo algo. Juro matarlo con mis propias manos.
Llegué a mi cabina y lo coloque en la cama. El suspiro en mi almohada…como si deseara aspirar su olor. Lo mire consternado un buen rato hasta que él se durmió…allí abrazando mi almohada. No entendía que le había sucedido y la verdad era que me preocupaba de sobre manera.
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By Bill
-¡Tooom!- grite con cierto retintín- encuéntrame Tom-grite parado tras el mástil -¿Tom?-pregunte saliendo de mi «escondite». Él no estaba por allí así que decidí subir a su cabina…cuando abrí la puerta vi tres cosas distintas.
Una, esta no era la cabina de Thomas era un cuarto; Dos Tom tenia cara de furia y miedo y tres…mi padre estaba ahí con un pequeño niño…un mini Tom en las manos.
-¡No!- grito Tom y entonces el filo del cuchillo degolló al mini-Tom dejándolo caer al suelo y mi padre reía como desquiciado -¡No No!- gritaba una y otra vez Thomas – ¡es tu culpa!-volteo y me miro. Mi padre ya no se hallaba allí.
-¿Qué?- pregunte asustado.
-¡Tu llevas la sangre de ese monstruo en tus venas!- me grito y me agarro del cuello ahorcándome contra la pared- te matare. Te matare así tu padre podrá sufrir la mínima parte de lo que yo sufrí. ¡Te adió! ¡Te odio!
-¡No! ¡Tom! ¡No!
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By Thomas
-¡No Tom! ¡Yo te amo! ¡No!- grito Bill y yo me levante asustado – ¡No No!- gritaba y pataleaba en sueños.
-Bill Bill- dije con vos firme cogiéndole las manos para que no me lastimara- ¡Bill despierta!-grite y el abrió los ojos rojos de inmediato.
-Tom Tom- me abrazo eufórico- no me odies…no me odies…no es mi culpa.
-¿Qué?- no se despegaba de mí y seguía susurrando lo mismo. En ese momento me di cuenta de dos cosas. Bill estaba hirviendo y estaba alucinando.
-Te amo- sollozo-no me dejes.
-Bill reacciona- lo mire preocupado; si había pescado algún virus de esos llenos de fiebres, alucinaciones y esas cosas tendría que llevarlo a un hospital enseguida. Y para mi desgracia aún faltaban 4 días en alta mar.
Bill iba a decir algo pero de inmediato abrió los ojos y se lanzó hacia el pequeño cuarto de baño. Iba cogerlo cuando abrió la ventana del barco pensando que se iba a matar pero vi entonces la primera arcada y como el vómito salió de su boca…era entre negro y color uva. Solo ron era lo que vomitaba.
Preocupado salí hacia la cubierta y fui por Georg. El idiota sabia de eso de brujería o medicina o como le llamaran. Lo mande hacia mi cabina y allí vimos a Bill abrazándose las piernas y llorando. Se notaban las ojeras y los ojos saltones además de que estaban rojos.
-¿Qué le pasa?- pregunto algo asustado.
-No se imbécil- dije irritado- está muy caliente, esta alucinando y vomitando ¿Qué mierda le pasa?
-Déjame ver.
Se acercó a Bill y el empezó a rechazarlo. No quería que se le acercara pero estaba tan débil que poco a poco solo se quedó sentado mirándonos. Me daba miedo verlo así.
-¿Qué le hiciste?- me pregunto Georg luego de hacer varias cosas ahí con sus manos.
-¿Yo? ¡Nada!- lo mire- ¿Por qué? ¿Qué tiene?
-¿Dónde estaba cuando lo encontraste de esta manera?
-Estaba en el cuarto de Ron totalmente ahogando en el mismo- le conteste perdiendo mi paciencia.
-¿Cuánto tiempo estuvo allí?
-¡Yo que se maldito hijo de puta dime que tiene!- grite enfurecido.
-Capitán tal vez es la peste- me dijo y yo enmudecí- pobre pero hay que sacarlo fuera si no queremos que contagie a los demás.
-¿Qué? ¿Estás loco? ¡Ahí que hacer algo!- estaba totalmente histérico- ¡no puede ser la peste porque ya habría muerto! ¡La peste no muestra alucinaciones y además le salen esas mierdas en la piel y Bill está perfectamente de la piel!
-Lo se capitán pero es una posibilidad o cogió algún otro virus usted no debe arriesgarse-me toco el hombro-
-Que extiendan las velas en su totalidad – dije sin quitarle la mirada de encima a Bill- que retiren los cañones y extiendan los remos quiero a toda la tripulación remando no quiero que nadie limpie ¡Quiero estar en Dublín a más tardar pasado mañana!- grite y Georg me miro sorprendido y horrorizado.
-Si señor- fue lo único que dijo y salió corriendo de allí.
Cogí a Bill y al verme solo me abrazó. Me decía que me amaba y que no lo dejara. Lo puse en la cama y cogí un trapo y fui hacia mi cuarto de baño para mojarlo con agua. Algo había aprendido cuando viví con mi hermano.
Se lo puse en la frente y el me abrazo. No dejaba de decir cosas incoherentes y vomito un poco más en la cubeta que le había dejado a un lado. Estaba temblando del frio pero estaba totalmente caliente.
En ese momento por segunda vez en mi vida sentí miedo…
Continúa…
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