Polvo de Estrellas 27

Polvo de estrellas”

Drabble 27: Otra forma de ser uno

Bill volvió a tomar la forma física de los terrícolas, amaba su cuerpo cósmico, pero no podía negar que este cuerpo tan similar al de Tom, le provocaba nuevas sensaciones, cosas que nunca había experimentado en su existencia.

Sonrió al ver a su Tomi dormido, agotado por la experiencia recién vivida, se acercó a él y besó castamente sus labios, pasó la mano por sus rastas y suspiró.

Te amo Tomi, sólo a ti y a nadie más en toda la galaxia.

Haciendo uso de sus conocimientos, aisló la gravedad de la nave, para poder sostener el cuerpo de Tom y llevarlo a la habitación para que descansara cómodamente. Luego reacomodó las instalaciones, le gustaba ese cuerpo, pero era difícil moverse sin gravedad, si quería flotar, usaría su otro cuerpo, sonrió por tales pensamientos y se acostó al lado de su amado, aún quedaban algunas horas de viaje y no quería estar despierto, sin la compañía del único ser que le hacía sentir bien, así que acomodándose entre los brazos de su humano, cerró los ojos y se dejó llevar.

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Tom sentía los ojos pesados, lo único que podía recordar por el momento, era que había tenido el orgasmo más potente de su vida y todo se lo debía a su pequeño alien. Levantó un párpado a la vez y se encontró con la cabeza pelinegra de Bill, justo en su pecho, sin poder evitarlo, sonrió tiernamente y lo abrazó más contra su cuerpo.

Mmmm —gimió el más delgado—, ¿estás despierto?

Sí —respondió brevemente, para poder apoderarse de los labios del moreno.

Mmmm —gimió el chico bajo su cuerpo—, jamás me cansaré de los besos.

¿Y de esto? —preguntó el rastudo, llevando sus manos a las nalgas de Bill y apretando cariñosamente.

Mmmm, tampoco de eso —Ambos rieron y volvieron a besarse, con más pasión esta vez.

Oh Bill… —jadeó roncamente el humano—, te deseo tanto.

Aquí estoy Tomi, y siempre estaré.

Quiero ser uno contigo —dijo el rastudo, mirando al pelinegro.

Pero ya fuimos uno —dijo sonrojado.

Pero esta vez, a la manera terrestre —Tom le guiñó un ojo, aumentando el sonrojo del alien.

Yo… —Sus colores aumentaron de intensidad, aquella vez que utilizó la computadora de Tom, descubrió el sexo, y sabía que Tom sólo lo acariciaba, pero nunca habían completado el acto, se sentía curioso, pero temeroso a la vez.

Yo te cuidaré Bill, de la misma manera en que lo hiciste conmigo —Aclaró el humano, acariciando tiernamente las mejillas de su alien—. Pero si no estás listo, esperaré, te esperaré todo lo que sea necesario amor mío —El moreno ni siquiera dudó y dijo de inmediato.

Acepto Tomi, quiero que seamos uno en todas las formas posibles —dijo decidido el pelinegro, con una tímida sonrisa—, sin embargo, yo no sé nada de… sexo.

Esto no es sexo Bill —Le besó suavemente los labios—. Nosotros, los enamorados, le llamamos “hacer el amor”, porque es una entrega de sentimientos a través de los cuerpos —El rostro de Bill se iluminó, sabía que Tom lo amaba, pero era muy lindo que se lo dijera siempre.

Confío en ti Tomi —Se fundieron en un tierno abrazo.

Lentamente las manos del rastudo recorrieron su espalda, haciendo círculos, para alejar la tensión del cuerpo del pelinegro, lentamente, sólo con suaves caricias, el alien se soltó y sus hombros liberaron el temor que sentía. Se dejó hacer, hasta que el rostro de Tomi se acercó a sus labios y le recibió tímidamente en un suave beso, que se tornó poco a poco, en uno húmedo, donde la saliva de ambos se mezclaba cálidamente y les aumentaba la temperatura.

Las quietas manos de Bill, comenzaron a moverse tímidamente también, atreviéndose a ir a lugares que sólo en algunas noches había recorrido. Metió sus delgados dedos bajo las playeras de su humano y con cuidado las levantó, con la clara idea de quitarlas, le gustaba mucho el cuerpo de Tomi, era tan duro y firme, no como el suyo, que siempre se veía delgado y frágil.

Sí… —gimió roncamente el rastudo al sentirse expuesto, y procedió a quitar la de su pareja, para poder sentirse, piel con piel.

Me gustas tanto —Confesó el alien—. Nunca nadie me había hecho sentir… nada.

Esos son sentimientos Bill, en la Tierra estamos acostumbrados a ellos.

Nosotros usamos más el intelecto y las energías. Las emociones y sentimientos te debilitan a la hora de tomar decisiones importantes —dijo el pelinegro, con los labios hinchados por los besos—, pero me gusta poder sentirte. Me gusta sentir emociones, si éstas se relacionan contigo.

Me alegro —Volvió a atacar sus labios y lentamente quitó los pantalones del pelinegro, notando que su miembro ya estaba tan excitado como el suyo.

Ahh —gimió el chico al sentir las manos del rastudo sobre su bóxer, acariciándole y sonriéndole—. Desnúdate Tomi —Pidió con los labios semi abiertos.

Te amo Bill —susurró al quitarse prenda por prenda, hasta quedar por completo desnudo, quitó también el bóxer de su alien y se lamió los labios.

Me gusta verte así de duro por mí —dijo el pelinegro en un tono bastante sexy para ser virgen, Tom alzó una ceja y se puso sobre Bill para sentir su cuerpo y frotarse contra él.

Bill cielo —dijo separándose un poco de él, para verle a los ojos—. Hacer el amor, es un poco diferente a lo que hemos hecho en casa —Debía aclararlo, pues en la oscuridad de su cuarto sólo se habían masturbado.

Lo sé Tomi, pero confío en ti.

Tras un abrazo lleno de ternura, Tom lamió sus dedos y volvió a besar a Bill, para prepararlo apropiadamente y distraerlo de las incomodidades que ello conllevaba.

Ahh —gimoteó Bill en un momento, soltándose de Tom, completamente agitado.

¿Te gusta?

Sí.

Creo que estás listo —dijo el rastudo, besando la frente sudorosa del alien.

Acomodó al hermoso pelinegro en su pecho, pegándose completamente a su espalda, haciendo “cucharita”, levantando ligeramente una pierna de Bill, hasta que puso la punta de su miembro en la entrada del moreno.

Ah Tomi… —gimió el pelinegro al sentir como era penetrado lentamente por su pareja, movió su trasero en busca de más contacto, apretando los ojos al sentirle entrar por completo. Era muy extraño, un poco doloroso, pero lo que tal acto significaba, calmaba toda molestia que pudiera sentir.

Ahora somos uno amor mío —respiró el rastudo en la sensible oreja de Bill, besándole tiernamente la mejilla—. ¿Te duele?

Sólo un poco Tomi, pero quiero disfrutarlo —Acarició la mano que rodeaba su cintura y bajó la pierna, apretando más el miembro de su humano.

Ah —gimió Tom roncamente—, sólo espero poder hacerte disfrutar mi cielo –Y lentamente comenzó a moverse, con un vaivén acompasado y lleno de emociones, acariciando el vientre de su adorado alien, sintiendo como ambos corazones latían locamente, casi al mismo tiempo.

Oh… nnngg… ahí… —Tom había logrado tocar nuevamente aquel lugar en el cuerpo del moreno, que le producía calambres en los dedos de los pies.

¿Ahí? —Le molestó el rastudo, con una sonrisa, al tiempo que golpeaba el punto una y otra vez, con más intensidad en cada nueva embestida. Pasó suavemente la lengua por el lóbulo de la oreja de Bill, causándole un nuevo estremecimiento.

Tomi… siento que… —Bill aún no conocía todas las palabras para poder expresarse en cuanto a las experiencias físicas como esta, pero Tom comprendió de inmediato, que su amado estaba por acabar y se apresuró a darle todo el placer que pudiera. Apretó su miembro con suavidad y lo masajeó al ritmo de las penetraciones.

¿Te gusta? —preguntó el humano, sólo recibiendo como respuesta, gemidos y murmullos de su nombre.

Oh Tomi… Tomi… Tomi… —No era necesario nada más, el lenguaje no importaba, sólo las sensaciones y pronto todo estaría completo.

Dos embestidas profundas y Tom liberó toda su semilla caliente en el estrecho cuerpo de su adorado alien, provocando con esto, el clímax de Bill, quien se deshacía en jadeos sobre la cama y se movía un poco con los espasmos de placer.

Te amo Bill —habló suavemente el rastudo, tratando de girar al pelinegro, deseaba verle a los ojos.

Tomi yo… siento que te amo más cada día —dijo con sus mejillas totalmente sonrojadas.

Esta ha sido la primera vez que he hecho el amor Bill, tal como tú hiciste conmigo hace un rato —Ambos sonrieron.

Era cierto que Tom había tenido sexo casual antes, pero era la primera vez que entregaba su corazón, de hecho él siempre amó a Bill, desde aquella vez a los once años, cuando se encontraron por primera vez en el bosque.

Ahora somos uno, en nuestros dos mundos, Tomi.

Y no necesitamos otros mundos, si estamos juntos, siempre seremos uno.

Sí, nuestro amor es tan inmenso como el universo entero, somos energía.

Soy tu energía, soy tú, te amo Bill.

Y yo a ti Tomi.

Continuará…

Wow que lindo y tierno, yo quiero un alien así jejeje. En fin, vuelvo a ser mala y comienza la persecución en la continuación. Besotes.

Escritora del fandom

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