Reverse 19

«Reverse I» Fic de Alter Saber

Capítulo 19: Engaño

«En ocasiones, el engaño es la única forma de ocultar una verdad que puede alterar la realidad al punto de destruirla»

Mi hijo Bill es un niño un tanto particular, siempre se encuentra solo, casi no habla, es algo así, como introvertido; nunca lo he visto socializar con alguien; cuando llega de la escuela, se encierra en su cuarto y llora por horas…

Sé que mi pequeño es objeto de abuso; en cientos de ocasiones lo he reconfortado, pero, a veces el dolor es necesario para formar el carácter; porque si corro a su auxilio cada vez que él lo requiera,

¿Qué pasara cuando yo ya no este?

¿No podrá defenderse?

¿Vivirá escondido y huirá de sus miedos, en vez de afrontarlos?

Bill es muy delicado para ser un hombre; y no sólo es la manera en la que se comporta, ni el estilo que lleva; a decir verdad, sus rasgos faciales no le ayudan mucho; él es un claro ejemplo de lo que es una persona «Andrógina», aun siendo del género masculino, tiene facciones femeninas y para mí, él es sencillamente el ser más hermoso que ha pisado la Tierra.

Sé que él es un cobarde, prefiere huir antes que enfrentar; pero la vida, le enseñara que no en todos los casos se puede escapar y que a veces, aunque parezca imposible, es mejor plantarse ante la situación y con fuerza decir:

AQUÍ ESTOY.

Aunque no lo culpo por ello, es decir, Bill no creció con un padre que formara su personalidad; ni siquiera cuenta con un hermano con el que pueda enfrentarse en medio de esas discusiones infantiles que suelen tener los niños.

Él siempre ha estado solo, porque para poder sostenerlo, tengo que trabajar muchos turnos y puedo pasar unas cuantas horas al día con él; además, mi depresión es una condición muy inestable, en momentos puedo gozar de paz y tranquilidad; pero, existen algunos periodos en los que la ansiedad me juega malas pasadas; incluso he llegado a pensar en acabar con mi vida…

No obstante, Bill tiene sólo 6 años:

¿Cómo podría abandonarlo aquí, sí lo único que tiene en ésta vida soy yo?

A mi niño le falta tanto por ver, por conocer, por sentir, por apreciar y quiero ser testigo de su éxito; pues, su coeficiente intelectual es muy superior para tener tan sólo unos cuantos años de edad. Él me hace sentir orgullosa, a veces creo que, no merezco a un hijo tan bondadoso, inteligente y comprensible como él.

Porque aun a sus 6 años, nunca he escuchado un reclamo de su parte; siempre me recibe con un abrazo y una gran sonrisa; me cuenta como le va en la escuela, las cosas que aprendió, lo que le parece divertido y lo que no; en momentos no puede hacerse el fuerte y llora desconsolado en mis brazos, pero, la mayor parte del tiempo; él finge estar bien para no preocuparme; él dice que no quiere ser una carga para mí y que se encuentra de maravilla.

Pero, ¡Qué duro es ser mujer y madre soltera al mismo tiempo!

No tengo más opción que tratar de no dejarme afectar por el sufrimiento de mi pequeño y darle fuerzas para que se pueda defender; necesito que crezca siendo un hombre independiente; para así, largarme de esta miserable vida sin preocupaciones.

Jamás negaré el amor que le tengo a Bill; él es el motivo, la razón, el por qué, he decidido hacer muchas cosas en mi vida; entre ellas, guardarle un secreto que puede ocasionar que él me odie; por eso, no pienso decirle nada, no hasta que sea realmente necesario.

De momento, no he tenido que confesar, pero aun así, las circunstancias pueden alterarse en cualquier instante; para salvaguardar alguna culpa, decidí contarle algo a Bill, cuando él sólo tenía 6 años…

¿Bill?

¿Si mamá?

¿Puedes bajar por un momento?

Si ma, ya voy.

Cuando bajo, lo lleve hasta el pequeño estudio en el que solía sentarme a cuadrar las cuentas del mes; le pedí que se sentara en el sillón y fui hasta uno de los estantes que tenía una pequeña caja de madera; la cual había guardado por años, para evitar que Bill la viera, pero, de momento, es mejor contarle una verdad a medias, para que él sea consciente que sí yo llego a faltar, él tiene un seguro que le permitirá continuar con su vida.

Cielo, quiero que me prestes mucha atención a lo que estoy por contarte…

¿Paso algo malo, mami?

No mi amor, nada de lo que tengas que preocuparte, pero, necesito contarte un pequeño secreto.

¿Un secreto?

Sí, mi pequeño. Un secreto que te servirá mucho en el futuro…

Ummm, y ¿De qué se trata?

Bill, dentro de esta caja hay un pasaje de avión hacia Frankfurt – Alemania; él cual, puede ser empleado en cualquier momento, no importa el tiempo que pase; siempre estará vigente.

¿Frankfurt? Pero, yo no quiero irme de Sacramento, siempre estaré contigo mami.

Mira cielo, sólo te estoy diciendo esto, porque quiero que entiendas que en algún momento yo puedo irme de aquí y lo que hay en ésta caja puede salvar tu futuro ¿Si?

Pero, no quiero que te vayas mamá…

Fue inevitable, no pude evitar romper a llorar; lo abracé a mí y le pedí cientos de veces, disculpas; quería ser precavida, sí la batalla contra la depresión me terminaba ganando; debía por lo menos asegurarme que Bill tenia a donde ir y que su futuro no se vería afectado.

Amor, no me voy a ir de tu lado, al menos no por voluntad propia; pero, tú sabes Bill que a veces la realidad es cruel y no podemos estar seguros en que momento me juega en contra.

¿Quieres decir que no me abandonaras por gusto?

Claro que no pequeño, te amo con todo mí ser, ¿Cómo podría hacerte eso?

Está bien, entiendo, y ¿Hay algo más en esa caja?

Si, además del pasaje; hay dinero y un número telefónico.

¿A quién pertenece ese número?

A un Señor que se llama: Jörg Trümper

¿Y quién es él?

Ummm, digamos que es tú benefactor.

¿Y él vive en Frankfurt?

Si, y si lo llegas a necesitar; te recibirá con los brazos abiertos…

¿En serio?

Si Bill, ¿Lo entiendes? Sólo debes usar lo que hay en esa caja en un caso de emergencia.

Si mami.

Cielo, te amo más que a mi vida.

Yo también te amo.

Bueno, ahora ve a tu cuarto y sigue con tus deberes.

Si ma.

Bill salió corriendo del estudio y cuando me cerciore que él ya no estaba cerca; cerré con seguro y lo llamé…

Después de unos cuantos timbres, al fin, alguien contestó:

¿Si?

Jörg…

¿Simone?

Si.

Dios, ¿Le sucedió algo a Bill?

No, no, no, es sólo que…

¿Qué te sucede? Suenas algo mal…

¿Jörg? ¿Será que hicimos lo correcto?

Oh, Simone; la verdad, en estos momentos, no sé qué estuvo bien o que no; pero, no nos queda de otra, que seguir con esto ¿No?

Si, tienes razón; lo lamento, a veces, me altero un poco…

¿Qué tal esta tú situación económica?

Ummm, pues trabajo 10 horas al día, paso muy poco tiempo con Bill, pero, no tengo más opción.

Si la tienes; dame tú número de cuenta bancaria.

¿Qué? No, no, no, Jörg, te deje en claro cientos de veces, que no quería tu ayuda.

Simone, deja de ser tan terca; si recibes mi dinero, podrás pasar tiempo con Bill, dedicarte a él y no trabajar tan duro; te estas sobre-exigiendo.

No Jörg, eso es imposible.

Por favor Simone, hazlo por Bill ¿Si?

Pero…

Pero nada, te lo debo Simone.

No me debes nada.

Si, te debo todo. Sino fuera por ti, yo no tendría esta vida…

No lo hice por eso.

Lo sé, por eso, déjame compensarte con algo.

Esta bien Jörg.

Bien, dime el número.

223478123002.

Bien, mensual te llegara el dinero; cuídate mucho y dale mucho amor a Bill.

Jörg…

Dime.

¿Puedo escuchar a Tom, así sea por unos segundos?

Ummm, claro; espera un momento.

Y Jörg, empezó a llamarle desde la otra línea; no sé bien el motivo, pero mi corazón comenzó a estremecerse, se retorcía de dolor, quería saber al menos, como era su voz y así poder imaginar, su personalidad, sus gustos, todo sobre él…

Entonces, escuché como Jörg le decía que una tía de otro país iba a hablar con él y que debía ser cortes; a lo que el pequeño Tom respondió con una pequeña risita…

Su risa era tan angelical…

¿Bueno? Esto, ¿Tía, sigues ahí? ¿Es verdad que vives en E.U? Eso es súper cool, siempre he querido ir, pero papá no me deja, ¿No crees que es un poco cruel? Oh, por cierto, Frankfurt es muy divertido, deberías venir a vernos alguna vez, ¿Te parece?

Tom hablaba con mucha fluidez, pero su aparente emoción le hacía pronunciar todo con rapidez; no pude evitar enternecerme por eso; pero, que criatura más genuina y hermosa era él…

Hola Tom, me alegra mucho poder escucharte ¿Sabes? Me encantaría ir a verte y poder conocerte; ¿Te gustaría jugar conmigo?

Claro que sí, me encanta jugar, podríamos hacer muchas cosas juntos.

Y empecé a llorar, era una mezcla de emociones muy contradictorias; estaba feliz por poder escucharlo, pero a la vez, era consciente que ese «Encuentro» iba a ser imposible, no había nada que yo pudiese hacer para reunirme con él y no sólo imaginarlo, sino tocarlo, consentirlo y hacerle saber lo mucho que le amo…

Tanto así que, renuncié a él…

Claro cielo, estaría muy feliz por eso.

Súper.

Tom, ¿Puedo contarte un secreto?

Oh, claro que sí, soy una tumba; después que no sea nada malo, me lo guardare para siempre.

¿Lo harás?

Si, te lo prometo.

Quiero que sepas que no importan los días que pasen, ni que deje de llover por un tiempo, o que los animales dejen de existir, no interesa si en tu vida hay un millón de personas; deseo que tengas en cuenta, que no hay nadie en el mundo que te ame más que yo, eres mi más grande sueño, eres mi anhelo, mi pequeño ¿Lo entiendes?

Si señora, recodaré tus palabras siempre.

¿Siempre?

Siempre.

Entonces colgué, me senté en el suelo y como solo una niña desamparada haría; rompí a llorar, no estaba segura de nada; pero, tampoco hay vuelta atrás, debemos continuar, porque esto fue lo que decidimos…

Sólo ruego porque los caminos de Bill y Tom, se crucen en algún punto.

&

La escena era desastrosa; el padre de Tom estaba en la camilla cubierto de cables y parecía no tener signos vitales; la Sra. Trümper lloraba en los brazos de él y Tom trataba de reconfortarla.

Cuando la ambulancia se fue; nosotros procedimos a irnos en una camioneta para llegar cuanto antes al Hospital; en el trayecto, Tom llamó a Andy y le informo la situación; al parecer, para él, sus amigos eran un gran consuelo en esta clase de circunstancias.

Permanecí callado todo el camino, no encontraba las palabras para tratar de calmarlo o algo que al menos le diera un poco de paz, entonces, opté por permanecer a su lado, en silencio.

Llegamos al Hospital y el Sr. Trümper fue internado de inmediato en la UCI; al parecer su condición era tan grave que debían practicarle una cirugía a corazón abierto; mientras los doctores corrían por todos lados, pude apreciar como la luz de esas dos personas que observaban todo con aparente tranquilidad; se iba apagando.

Fuimos hasta la sala de espera, nos sentamos y permanecimos callados; la tensión era palpable, la preocupación estaba allí, pero, Tom trataba de disimularlo un poco por su madre.

De repente, escuchamos como se abrieron las puertas que conducían hasta la sala en la que estábamos; y pude ver a Andreas en compañía de otros dos chicos que caminaban a un paso apresurado; Tom al verlos, salió disparado hacia ellos y los abrazo con mucha fuerza; sus amigos no tardaron en corresponder el gesto, parecía como si le estuviesen diciendo algunas palabras de consolación.

Mientras estaban allí, me di cuenta que el aspecto de sus otros colegas era muy distinto al de Andy; uno se parecía mucho a Tom, en la forma en la que vestía, incluso en su contextura y el otro, por el contrario, se asemejaba un poco a mí; su estilo no era tan extrovertido como el mío, pero sí era muy sofisticado; se notaba con claridad, que conocía las tendencias de la moda.

Se separaron y se dirigieron hasta nosotros; conforme avanzaban, me colocaba nervioso, es decir, es casi un milagro que Andreas me haya recibido bien ¿No? Él que sus otros dos amigos lo hagan, es una historia completamente diferente. Al llegar, abrazaron a Clarise y la consolaban como si fueran sus hijos también; en ese instante, me fue imposible no recordar a Georg y Gustav; desde que llegue no me he contactado ni una sola vez con ellos, la verdad, antes de partir, les había dicho que les hablaría sólo cuando estuviese preparado para hacerlo.

Y la verdad era que, de momento, seguía huyendo de mi pasado…

Los chicos dejaron a Clarise y en un movimiento supremamente coordinado, giraron y entraron en mi campo visual…

– Billy, tan hermoso como siempre; lamento que nuestro encuentro sea en este tipo de circunstancias, pero, me alegra verte, ¿Necesitabas un abrazo? Yo puedo dártelo, si quieres…

– ANDREAS.

– Si, si, Tom, era una broma, Dios que delicado, en fin, hola Bill, ¿Cómo has estado?

– Ah, bien, gracias por preguntar Andreas.

– Oye, Billy, no seas tan formal, me haces sentir mal, dime Andy ¿Si?

– Está bien, ammm…Andy…

– Eso, así está mejor.

A decir verdad, Andy me caía muy bien, era una persona muy sencilla y cómica; me gustaba la forma en la que provocaba a Tom, eso quiere decir que se tienen mucha confianza…

Pero, los otros dos amigos, eran un enigma total; cuando voltee a verlos, ambos tenían el ceño fruncido y pronunciaron al mismo tiempo:

– ¿ERES UN HOMBRE?

Aquí vamos de nuevo, ya no debería ni sorprenderme porque me confunden con una mujer…

¡PUES CLARO QUE SOY HOMBRE!

¿Acaso no me cuelga lo mismo que a ustedes entre las piernas?

– Chicos sé que todo esto es muy repentino, pero, él es Bill Kaulitz, el chico que viene desde Sacramento; en otro momento les daré más detalles, pero trátenlo bien, es una buena persona.

– Hola Bill, soy Rick y él es Jake, somos amigos de Tom desde hace años…

– Ah sí, al igual que Andy ¿No?

– Si, algo así. Espero que nos llevemos bien.

– Si lo mismo.

Jake aparentaba ser un bravucón, alguien de sumo cuidado, pero, no me atemorizaba. Sin embargo, el tal Rick, era un cuento distinto; su mirada reflejaba odio en el estado más puro; sus ojos me estaban devorando (Y no por la lujuria) sino por algo más, Si, era, ¿Envidia?

Si, se trata de eso.

¿Él sentía envidia de mí?

Pero, ¿Por qué?

Ni siquiera nos conocemos como para querer algo que yo tengo…

A no ser…

Si, se debe tratar de eso…

Quizás el…

Ama a la misma persona que yo.

Si el ambiente era tenso, ahora sí que es cierto, que parecíamos estar en el mismísimo infierno; Rick y yo sosteníamos la mirada, como si hubiésemos identificado en el otro, un rival potencial…

De un momento a otro, una enfermera entro como loca a la sala y dijo:

– Necesito a un donante tipo A+; el Señor Trümper está perdiendo mucha sangre en la Cirugía…

– Yo soy tipo A+

– Venga conmigo.

Dejé mi celular con Tom y fui directo a la Sala de Cirugías; conforme avanzábamos, me percate de un dato un tanto extraño…

¿Cómo era posible que Tom no fuera compatible con su Padre?

Si no estoy mal, el grupo sanguíneo es otorgado por el Padre y sí es de esa manera, Tom tiene que ser A+ ¿No?

Cuando entramos a la sala; la enfermera me canalizo y extrajo un litro entero de sangre; me sentí débil al momento y sin pensarlo mucho, caí completamente dormido.

Sentí como una mano me sacudía el brazo con fuerza, empecé a abrir un poco los ojos y me encontré con el rubio gracioso…

– Hasta que por fin despiertas Bella durmiente.

– ¿A-andy?

– Pues claro que soy Andy, ¿Quién más podría ser igual de hermoso a mí?

– Jaja…No me hagas reír, me siento un tanto mal.

– ¿Qué sientes?

– Mareo, debilidad, algo de fiebre…

– Jum, debes estar sufriendo de un pequeño episodio de anemia por la cantidad de sangre que te extrajeron.

– ¿Cómo lo sabes?

– Estudio medicina, ¿Te sorprende?

– Wow, ¿Medicina?

– Sí, soy súper listo, más que el idiota macho-alfa que tienes por dueño.

– Jajaja, eso es genial.

– Si, mira Bill, espérame un segundo, ya vengo ¿Si?

– Ok.

– No te vayas a ir.

– No tengo fuerza para moverme.

– Te estoy vigilando, eh.

– Jajaja, Ya vete Andy.

– Está bien, ya regreso.

Andy salió y las cosas en la Sala de cirugías parecen haberse calmado; una enfermera pasaba cerca de mí y me atreví a preguntar:

– Disculpe Enfermera.

– Oh, Joven Kaulitz, ya despertó, ¿Se siente bien?

– Ammm si, esto, ¿Puedo saber que sucedió con el Sr. Trümper?

– Oh, claro. La cirugía fue un éxito pero él paciente aun no despierta.

– ¿Su situación sigue siendo crítica?

– Lamentablemente sí; el señor Trümper se encuentra en un estado muy delicado; necesitamos que despierte en un plazo de 24 horas como máximo, de lo contrario…

– ¿Qué? ¿Qué sucedería?

– De lo contrario, morirá.

– Oh…

– Lamento decirlo así, pero es mejor prepararse.

– C-claro.

La enfermera se fue y yo no pude evitar recordar a mamá, dentro de esa bañera, completamente desnuda, con el agua color rojo, y sus muñecas cortadas, esa nota luego de su suicidio y las únicas palabras que alcanzo a decirme…

Ahora Tom estaba sufriendo esa misma suerte, no pude evitar entristecerme por él, perder a un ser amado es un dolor tan infernal; que preferirías que te arrancaran el corazón, a seguir viviendo.

Rogaba a Dios por el bienestar del Sr. Trümper, ojalá no se fuera tan pronto y pudiese compartir junto a su familia, muchos años de felicidad…

– Hey Bill, volví.

– Eso veo Andy.

– Toma esto, es sulfato ferroso.

– ¿Para qué es eso?

– Para darle hierro a tu sangre y así recuperar las energías.

– Y también te traje esto.

– ¿Comida?

– Bueno, debes sentir hambre luego de que te sacaran tanta sangre; pero, no le digas a Tom que te traje esto, porque fijo me mata, terminaría creyendo que quiero ganar puntos contigo y me asesinaría.

– Jajaja, tranquilo, le diré que lo hizo una enfermera.

– ¿Estás loco? Si no tiene compasión conmigo, mucho menos con una desconocida; la terminara matando.

– ¿Hablas en serio? Tom no es tan desquiciado.

– Oh, mi pequeña e inocente palomita, como se nota que aún no conoces el lado perverso de tu dueño.

– ¿Tan malo es?

– Oh, sí, es malvado.

– Jajaja, conmigo no.

– Porque te dio inmunidad.

– ¿Inmunidad?

– Sí, él hace eso con pocos…

– Ummm.

– Oye Bill, ¿Tú le amas?

– Andy no te ofendas, pero, no me parece adecuado de hablar de este tipo de cosas contigo.

– Oh, eres muy serio al respecto ¿No?

– Si.

– Bien, eso me gusta.

No respondí, empecé a comer y vi como Andy fue hasta una carpeta que parecía ser mi historial clínico y me dijo:

– ¿Te molesta si lo leo? Con esto, puedo estar seguro de mi hipótesis sobre tu anemia ¿Si?

– Ammm, claro, si, adelante.

– Gracias.

Yo seguía comiendo y sentía como poco a poco, recuperaba algo de fuerza, me sentía mejor, al menos podría caminar por mi cuenta; iba a levantarme de la camilla; cuando de repente, un fuerte estruendo me hizo dirigir mi mirada hasta donde se encontraba Andy…

– Andy, ¿Estas bien?

– No….esto…no puede ser.

– ¿Qué dices? Oye, te esta sangrando la mano.

Me bajé de la camilla y repare en el hecho que el vaso de agua que Andy sostenía se había caído y el torpemente, se había cortado con uno de los fragmentos; me acerqué hasta él y le dije:

– Oye Andy, hay que desinfectar eso.

– No, no, no, Dios, no…

– ¿Andreas?

– No, Santo Dios…

– Oye, me estas asustando Andreas…

– No puede ser verdad.

– ¿Qué cosa?

– No, tú y él, no, no, Dios no…

– ¿A qué te refieres?

– Dios Santo, Tom, ¿Qué has hecho?

Lleve mi mirada hasta la carpeta que tenía en primera fila, el examen que me habían practicado para ratificar que en efecto, mi sangre le serviría al Sr. Trümper; lo tomé en mis manos y no vi nada anormal, hasta que…

Tipo de sangre: A+

Compatibilidad: 99,9%

Parentesco: Consanguinidad

¿Consanguinidad?

¿Qué?

¿Acaso no es eso lo que resulta de una relación de parentesco filial?

¿Por qué aparece eso en éste examen?

Debe haber un error.

Tiene que ser un maldito error.

Porque de no serlo,

Oh…

Por Dios…

Tom y yo…

No, no, no

No puede ser verdad.

No,

Me rehúso a creer esta barbaridad,

El,

Yo,

Dios,

¡Qué aberración!

Cometimos…

¿Incesto?

Continúa…

Gracias por la visita. Te invitamos a continuar con la lectura.

Publico y rescato para el fandom TH

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