Revoltoso 6

«Revoltoso» Fic Toll de MaryKaulitz

Capítulo 6

— ¿Cómo te fue? —preguntó Natalie al ver entrar a su hermano a la casa.

—Bien —Sonrió. Natalie lo miró interesada—, pero no te diré los detalles —dijo sonriendo, Natalie bufó.

—Eres malo. —Fue lo único que dijo.

Tom se encogió de hombros, asomándose por la ventana y viendo a Bill entrar al auto, sonrió mientras lo veía partir.

—El primer amor de Tom, qué tierno —dijo Natalie mientras se sentaba frente al computador.

Tom rodó los ojos mientras reía sin ganas, situándose detrás de Natalie.

— ¿Qué haces? —preguntó mirando sobre su hombro.

— ¿Es necesario que te pongas aquí? —preguntó Natalie, dejando lo que estaba haciendo. Tom se sentó a un lado de su hermana mientras le sonreía.

—Sí. Como tu hermano, necesito saber con quién conversas, con quién te juntas, con quién… tú sabes —dijo alzando las cejas repetidas veces.

—Hablo con un amigo de la escuela, que me está… —dijo Natalie y Tom sonrió—. No es Bill —sentencio mirando a su hermano.

—No estaba pensando en eso… —dijo Tom rodando los ojos—. Tonta —murmuro subiendo a su habitación. Se iría a dormir.

Natalie lo ignoró y miró la pantalla. En realidad no era un amigo, era solo un compañero que le pedía un par de apuntes para un examen el día de mañana.

Rodó los ojos, siempre se le acercaban perdedores desesperados buscando salvación.

&

A la mañana siguiente, Bill estaba puntual parado frente a la casa de Tom, indeciso entre tocar o no la puerta. No se quería topar con Simone.

Golpeó suavemente, esperando que no lo hayan escuchado, estaba a punto de darse la vuelta y esperar en el auto cuando la puerta se abrió dejando ver a Simone asomando su cabeza.

Los ojos de Simone brillaron al ver a su futuro yerno parado frente a su casa.

«Eso significa que está interesado en Natalie», pensó Simone dejándolo pasar.

— ¡Natalie, querida, tu novio ya llegó! —rio avergonzada—. Digo, Bill está aquí —se corrigió más callada.

— ¿Qué? Oh… —Natalie salió de la cocina, mientras miraba a Simone con el ceño fruncido—. Hola, Bill, tanto tiempo… —dijo Natalie incomoda. Segundos después apareció Tom detrás de su hermana.

Bill le hizo un gesto con la cabeza, mirando a Tom frente a él, con una sonrisa amplia en la cara.

—Hola —dijo Tom, sonriendo igual de bobo que Bill.

— ¡Vamos a llegar tarde! —interrumpió Natalie, antes de que se besaran frente a Simone.

—Oh, verdad que vamos a la escuela —dijo Tom mientras entraba a la cocina corriendo.

Natalie bufó—. Mamá. Nosotros vamos a salir ya. Dile a Tom que lo esperamos afuera.

—Bueno, cariño —Simone frunció los labios cuando salieron, pensativa—. Bien, manos a la obra —susurro con una sonrisa macabra.

—Me voy, mamá… —Salió de la cocina con la mochila a cuestas—. ¿Dónde están Natalie y Bill? —pregunto al no verlos.

—Oh, mi amor… escucha, ellos son una pareja recién formada, tienen que estar solos un buen rato, para fortalecer su relación. Déjalos solos —dijo Simone, revisando su bolsillo, Tom alzo la cejas, sorprendido—. Ten, para el autobús —dijo tendiéndole el dinero. Tom se molestó un poco.

—No lo necesito —dijo Tom, saliendo de la casa. Paró en seco mientras miraba el auto de Bill, frunció el ceño al ver como reían adentro, sin darse cuenta de su presencia. ¿Simone tenía razón? Pero eso no podía ser… Tom sonrió al recordar, Natalie es lesbiana.

Giró la cabeza, mirando retadoramente la silueta de Simone escondida en la ventana. Caminó al auto de Bill, sentándose en el asiento del copiloto y abrochándose el cinturón de seguridad.

— ¿Y a ti que te pasa? —pregunto Natalie, viéndole el ceño fruncido.

—Mamá —dijo simplemente, mirando a Simone mientras Bill arrancaba el auto.

Simone, escondida detrás de la ventana, se preguntaba por qué Tom no acató su orden y dejó a los tortolos solos.

«Seguro no quiere que Natalie sea feliz… esa debe ser su venganza…», pensaba Simone frustrada. Tendría que usar la artillería pesada.

—Llegamos —dijo Bill mirando a Tom. Tom miro a Natalie, sonrojado.

—Bien. No estoy mirando —dijo Natalie tapándose los ojos.

Tom sonrió y se acercó a Bill. Bill acortó la distancia que había en sus rostros y besó a Tom tranquilamente, atrayéndolo más. Tom rodeó su cuello casi sentándose sobre Bill, Natalie miraba por entre sus dedos, sonrojada.

—Chao, Natie —dijo Tom separándose de Bill. Natalie quitó una mano, dejando la otra aun sobre su ojo.

—Adiós, enano. —Se despidió Natalie. Tom decidió ignorarla.

—Nos vemos luego, Bill —dijo Tom, le dejó un beso en la mejilla y rápidamente bajó del auto, dejando a Bill sonrojado y con la palabra en la boca. Cuando lo vieron entrar a la escuela, Bill puso el auto nuevamente en marcha.

—Estás sonrojado —dijo Natalie para molestar.

—Cállate —dijo sonrojándose más. Natalie rio—. Por eso te odio —reclamó Bill.

—No lo haces, tú me amas. —Siguió molestándolo.

—A tu hermano. —Le siguió el juego.

—Oh, eso me recuerda, cuéntame cómo lo pasaron ayer —pidió Natalie emocionada.

Bill se encogió de hombros, divertido—. Pregúntale a Tom.

—No me quiso contar, vamos dime —pidió Natalie, los ojos le brillaban de la emoción.

—No te diré, pero si tanto quieres saber… —Hizo una pausa—. Nos sigues en la próxima —dijo Bill en broma.

—Es buena idea —Natalie sonrió.

—Rayos…

&

Otra vez estaba pasando.

Natalie, incomoda como el día anterior, se aferraba a Bill, quien inmune a las miradas caminaba como si nada.

Antes de llegar al salón se encontraron con Andreas, quién al verlos tan juntos, mira a Bill fijamente, sin siquiera saludarlo.

— ¿Podemos hablar? —pregunto Andreas, sin quitar la mirada de Bill, Bill desafió su mirada.

— ¿Qué estamos haciendo ahora? —respondió simplemente Bill.

—En privado… —Ahora si miró a Natalie, quien entendiendo el mensaje se despidió de Bill y entró al salón.

Bill alzó una ceja mientras miraba a Andreas.

— ¿Me vas a regañar o algo así? —pregunto Bill, yendo directo al grano.

—Estas mal… —Fue lo primero que dijo Andreas.

— ¿Perdón…? —pregunto Bill, ligeramente sorprendido.

Continúa…

Gracias por la visita. Te invitamos a comentar.

Escritora del Fandom

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *