The devil Inside 21

Perfect Love 2: The devil Inside (By MizukyChan)

Capítulo 21

Así fue. Ixchel tomó al hijo de su hermana y emprendió el camino de regreso a Berlín, en una caravana vecina. Sin embargo…

—El hijo de su hermana era un pequeño que estaba aprendiendo a transformarse y creó disturbios en todas las ciudades en las que acamparon, ¿no es así?

—Así es, fue por ese motivo que dimos con ella.

—Espere. ¿Ustedes no sabían que ella vendría a acosar a Tom? —Georg estaba incrédulo.

—Solo sabíamos que quería dejar la tribu. —Suspiró—. Ixchel se sentía humillada por haber sido rechazada ante todo el pueblo, debe entender su sentir. Tom estaba fuertemente drogado y ella era una doncella especial dentro de la tribu, nadie pensó que el metamorfo la dejaría plantada, completamente desnuda y regresaría a su verdadero amor.

—¿Por qué dice que ella era especial? —cuestionó el castaño. No era la primera vez que le oía decir que ella lo era, pero en qué sentido lo decía.

—Ella es una de mis hijas, doncellas con nombres sagrados, destinadas a ser princesas y sacerdotisas dentro de la tribu —contestó, bajando la mirada—. Ixchel, hija de la luna, iba a ser la encargada de albergar en su vientre al futuro salvador de nuestra tribu, pero fue humillada públicamente.

—Comprendo. Esa fue la causa que la motivó a cobrar venganza, atacando la mansión Kaulitz y asesinando a uno de los criados de la misma.

—No señor policía, esa muerte fue solo un error, algo que ni siquiera ella esperaba que sucediera —respondió el anciano, mirando fijamente al oficial—. No estoy aquí por ese homicidio. Estoy aquí, porque hace poco logré encontrar a mi hija y llevarla de vuelta a casa, pero ella huyó. —Bajó la mirada y apretó sus manos—. Tengo la impresión de que ella busca vengarse de Tom, destruyendo lo que más ama.

—¿Bill? —El viejo asintió—. Lo siento, debo irme.

Georg se puso de pie con rapidez y antes de salir de su oficina, giró y dijo—. Le agradecería que permaneciera aquí, “Gran Jefe”.

—Lo haré.

Tomando su sombrero, el castaño salió hasta la entrada de la estación de policía, donde el hombre de guardia lo detuvo:

—Señor, la oficial Tappe partió a casa de los Kaulitz, dijo que si no volvía en una hora, que fuera con refuerzos.

—¿Hace cuánto fue eso?

—Más de media hora atrás.

—Reúne un grupo de gente y vayan enseguida.

—Sí señor.

A todo galope, el castaño emprendió el rumbo hacia la casa de sus amigos, rogando a todos los dioses que protegieran sus vidas. En su opinión había varios tipos de criminales, pero los peores, eran aquellos que asesinaban movidos por la venganza. Ixchel estaba en esta categoría, por lo tanto era muy peligrosa.

& Momentos antes &

Cuando la oficial Tappe llegó a la entrada de la mansión Kaulitz, se sorprendió de ver a lo lejos, varias antorchas. Bajó del caballo, con intensión de ir a ese lugar iluminado, pero unos gruñidos le hicieron cambiar de idea. Caminó a paso lento, hasta que vio la fuente de los gruñidos furiosos.

Era un pequeño lobezno, solo una cría de lobo, que miraba furiosamente a un animal oscuro que devoraba una oveja blanca, la bestia negra que alzaba la vista de vez en cuando, tenía un brillo tenebroso en los ojos.

Sonja pensó de inmediato que aquel animal oscuro era el famoso “fantasma” y lentamente sacó su arma de servicio y la cargó, con mucho cuidado de no hacer ruidos que alertaran al animal. Al estar lista, alzó la mano y apuntó directamente a la cabeza de la bestia, pero fue detenida por una manito que se posó en su pierna.

Giró el rostro para ver, quien la tocaba y se sorprendió de ver a Adam, el pequeño se llevó un dedo a los labios, en señal de silencio y negó con la cabeza.

—Es Pepe —susurró y cogió la mano libre de la mujer, alejándola de la escena.

—¿Adam, qué está pasando?

—Él es mi amigo Pepe, el hijo de la gran luna, es sobrino de Ixchel, pero no la he visto a ella. —Arrugó el ceño—. Ixchel es mala.

—Lo sé pequeño, por eso debo atrapar al anim… a tu amigo.

—No, tía Sonja. —Puso cara de miedo—. Papá ya me había contado sobre seres como Pepe. No puedes dejar que te haga daño o te volverás como él. Quedarás maldita, tía Sonja. Mejor vamos dentro, vamos por papi Towi, él sabrá qué hacer.

—Vamos a buscarlo. ¿Qué pasará con el pequeño? —Se refirió a la cría de lobito.

—Él sabrá cuidarse solo. Pepe no se lo comerá, parece que solo le gustan las ovejas.

En silencio y evadiendo a la bestia que seguía concentrada devorando a su presa, la pareja se dirigió hasta la casona. La oficial Tappe vio que la luz estaba en la parte trasera y quiso ir hasta allá, pero Adam no la soltaba.

—No salgas tía, no vayas sola. —Insistió el niño, abriendo la puerta.

Con el sonido de las pisadas, Amanda corrió hasta la entrada, sorprendiéndose de encontrar a su nieto allí.

—Mi niño ¿qué hacías fuera?

—Pepe está en el jardín abuela, necesitamos a papi Towi.

—Tú papi Towi fue en busca del doctor. —Alzó la vista y habló a la otra mujer—. Oficial, la mujer mala atacó al amo Bill, ahora está inconsciente, parece que lo envenenó.

—¿Dónde está ella?

—El amo Tom la amarró en el patio trasero.

—Voy por ella.

—¡Cuidado, tía Sonja! —Casi gritó el pequeño de cabellos rubios.

La oficial salió y vio a la india, justo en el momento en que cortaba sus amarras.

—¡Maldita! —Dios dos grandes pasos y se lanzó sobre Ixchel, dándole un gran puñetazo en plena mandíbula, quitándole la consciencia, mientras un hilillo de sangre descendía por su nariz—. Te lo merecías por perra.

La revisó y la arrastró hacia la casa, atándola a una silla. Pero esta vez, se aseguró de que no cargara nada con lo que pudiera librarse de sus amarras.

&

Pocos momentos después, la puerta fue azotada por Tom, quien entraba velozmente seguido de Gustav.

—¡Amanda! —Gritó y la mujer salió a su encuentro, indicándole que Bill estaba en la habitación, donde la oficial Tappe le limpiaba el sudor de la frente.

—Yo me haré cargo —dijo el rubio, comenzado a revisar los signos vitales de su amigo y colega.

Tom gruñó furioso y enfrentó a Ixchel, quien sonreía atada en la silla.

—¡¿Por qué demonios le has hecho algo así?! —La encaró, empuñando las manos. La oficial de policía observó la escena frustrada, quería levantarse y golpear a la india, porque sabía que Tom, por muy furioso que estuviera, no la tocaría.

—Deseo hacerte sufrir —respondió la chica.

—¿Por qué? —La voz del trenzado sonó sincera, en realidad no comprendía la obsesión de la mujer—. ¿Qué te he hecho?

—Me rechazaste. —Casi gritó la chica—. Delante de todo mi pueblo.

—Me drogaste. —Tom arrugó el ceño—. ¿No es ese suficiente delito? Además querías que te follara en público, engañando a la única persona que amo en la vida. Eso es jodidamente insano ¿lo sabías?

—Nunca te habrías acordado de nada, solo debías embarazarme. —Se quejó la mujer, obviando todo lo que Tom le había dicho—. ¿Acaso no me encuentras atractiva?

—No seas estúpida, Ixchel, no se trata de eso. Se trata de mi compromiso con Bill, de mi lealtad para con él. Lo amo, entiende, jamás lo engañaría con nadie, sin importar lo atractivo que sea ese alguien.

—Eres un idiota Tom, podrías haberte convertido en el rey de mi tribu, habrías sido el sucesor del “Gran Jefe”, pero tú preferiste a ese niñato con rostro de mujer.

¡Plash! La oficial Tappe no soportó más y azotó su palma contra la mejilla de la india, en una sonora bofetada que sorprendió a los otros dos.

—¡Jamás insultes a Bill Kaulitz en mi presencia, bruja! Soy oficial de policía y te pudriré en la cárcel si no me dices ahora mismo cómo revertir el veneno. —Su voz sonó tan amenazante que la chica más joven apretó las manos por temor.

—Prefiero que se muera.

¡Plash! Otra bofetada, más dolorosa que la anterior a juzgar por la marca roja que apareció en la cara de la hija de la luna.

—Dime maldita bruja, ¿por qué dibujaste marcas bajo las camas de los niños? —preguntó la oficial, sacando su arma de servicio, para apuntar a la frente de la interrogada.

—Esos chiquillos eran un estorbo para mí. Adam, porque había descubierto el secreto de Pepe y el otro, porque sería el verdadero heredero a líder de la manada, en vista de que Tom jamás me dio un hijo. Debía acabar con la competencia.

El trenzado no podía creer lo que sus oídos escuchaban, esa mujer había atentado contra la vida de sus hijos, en realidad estaba desquiciada.

—No puedo hacer nada por Bill. Ha recuperado la consciencia, pero se está debilitando con cada segundo que pasa —dijo Gustav con el rostro sonrojado—. No tengo idea de qué tipo de veneno usaron y por lo mismo no puedo fabricar un antídoto.

Ixchel rió escandalosamente y todos los ojos se fijaron en ella.

—Te diré cómo preparar el antídoto. —Su voz sonó llena de maldad—. Con una condición.

Tom sabía que había una trampa incluida, pero fue el rubio quien preguntó—. ¿Cuál condición?

—Te diré qué planta usé para el veneno y cómo salvar a Bill, si Tom accede a acostarse conmigo. Estoy en el tiempo perfecto del mes para concebir un hijo.

Todos los presentes apretaron las manos, frustración era el sentimiento común de todos ellos, sin embargo fue el mismo pelinegro quien negó la oferta.

—Prefiero morir, antes de que Tomi me sea infiel. —El joven se presentó en la sala, apoyándose en Amanda, sus piernas estaban muy débiles y su rostro muy pálido. Tom corrió y lo cogió en sus brazos.

—Calma mi cielo —dijo, llevándolo hasta un sillón cercano.

—¿O aceptas mi opción o dejas que te transforme en hombre lobo, para que puedas vivir? —Ixchel aprovechó de usar un tono de voz burlesco contra Bill.

—Jamás convertiré a nadie en un hombre lobo. —Enfatizó el trenzado y los que lo conocían sabían que era cierto—. Mucho menos a mi amado.

—Y jamás me será infiel, así como nunca lo hizo —agregó el menor de los Kaulitz.

Sus ojos se cerraron y se desmayó. Tom lo recostó en el sillón y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Moriré contigo, mi vida —susurró el trenzado—. Gustav, firmaré los documentos, todo quedará a nombre de mis hijos, pero ellos no sabrán utilizar los bienes hasta que sean adultos, tendrás que hacerte cargo de ellos, de Amanda y los sirvientes.

—¿De qué estás hablando? —El rubio sintió pánico ante la resolución en la voz de Tom.

—Moriré con Bill. —Con esas palabras, el mayor salió del cuarto en busca de los dichosos papeles y la caja que contenía el revólver con balas de plata.

Amanda lloraba de rodillas junto al cuerpo del pelinegro, mientras Tappe se paseaba sin entender.

Cuando Tom llegó de regreso con el arma en sus manos, la cargó con las balas plateadas y Gus se acercó a él con intensión de pelear, si era necesario, para arrebatársela, pero el trenzado le dio un empujón arrojándolo lejos.

—Lo siento amigo, pero no podré vivir sin mi Bill.

Sonja apuntó su arma contra Tom, en señal de amenaza y él rió—. Eso no me hará daño, esto sí.

Ixchel observó la escena con la mandíbula apretada, eso era una locura, un caos que ella misma había causado. Tom prefería morir que acostarse con ella, prefería la muerte, a perder a su amado chiquillo pelinegro.

La tenue luz de luna se filtró por la ventana, pese a que la casa estaba iluminada con las velas, Ixchel sabía apreciar la verdadera belleza del brillo de la luz de su luminar protector. Toda aquella noche, la luna había estado oculta por gruesas nubes, aquellas nubes eran como los sentimientos de la india, oscuros y con deseos de venganza, su egoísmo y ambición habían ido demasiado lejos esta vez.

Una extraña punzada en su pecho le obligó a bajar la mirada hacia la cadena incompleta que colgaba de su cuello. Apretó los ojos al recordar la noche en que había venido a la mansión Kaulitz con intensión de asesinar a Bill, aún recordaba los ojos sorprendidos del viejo sirviente que la recibió en medio de la oscuridad y como a luz de su vida se había extinguido por sus propias manos y ahora, en esos mismos momentos, estaba a punto de extinguir dos nuevas vidas. Ya no se trataba solo de Bill, sino del metamorfo, el único que algún día salvaría a su pueblo. Ella había visto la visión en noche de luna llena, sabía que ocurriría, no tenía idea cómo ni cuándo pasaría, porque ya no tendría un hijo con sus genes, pero sus visiones siempre se cumplían, era parte de su don como sacerdotisa dentro de la tribu. ¿Estaría dispuesta a destruir el futuro de su gente solo por celos? Temía a la respuesta.

La puerta se abrió de golpe y Georg entró corriendo—. ¡¿Qué demonios?!

—¡Tom se va a suicidar! —Gritó Gustav y agregó un—. ¡Detenlo!

& Continuará &

Escritora del fandom

1 Comment

  1. ¿Podrá Georg detener a Tom? Claro que no, ni Gustav pudo, salió volando como una hoja, con un solo empujón del lobo. Así que la pregunta es ¿Será capaz de suicidarse? Recuerden que queda solo un capítulo, y todos esto puede terminar en tragedia. “Hagan sus apuestas” >_< que mala soy. Recuerden comentar en este cuento de Caperucito y el lobo feroz. Beshoshs a todos y mil gracias por su apoyo.

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