Tomi y CereBrill 9

“Tomi y CereBrill” Fic Twc / Toll escrito por MizukyChan

Capítulo 9

Gustav escuchó la conversación de Georg y CereBrill, a través de los parlantes y se puso a reflexionar, pero de todas formas cogió el teléfono y marcó el anexo del piso superior, informando a su colega que ya estaban en el laboratorio.

A los pocos minutos aparecieron por la puerta, Georg luciendo sus ropas de calle, mientras que Brill vestía una bata blanca, más un sombrero para cubrir sus orejas gatunas. Al ver a su gemelo, Tom corrió y prácticamente lo derribó al piso de un abrazo, afortunadamente, mantuvo los ojos cerrados, sin percatarse de las negras orejas que se vieron, cuando el gorro voló de la cabeza de Brill. Su padre corrió velozmente, para arreglar el desbarajuste.

—Tomi, tenemos que hablar —dijo el castaño, ayudando al gemelo mayor a levantarse.

—Sí papi Geo —contestó su mascota, sentándose en el piso, junto a CereBrill, quien se bajaba la bata, cubriendo un poco más sus piernas.

—Es sobre sus cambios. —Al decir esto, Gustav se sentó en el piso junto a los ex ratones, él también debía escuchar lo que pasaba, con todos los detalles posibles y así, hacer su mayor esfuerzo para ayudar a los pequeños.

—¿Cuáles cambios? —preguntó Tomi, ladeando levemente su cabeza, en su mente ratonil, no había mayores cambios, él seguía siendo el gemelo igualito de CereBrill y el hijo de Georg, así que no había nada que arreglar. A no ser que hubieran vuelto a convertirse en mujeres, cosa que le aterró, pues él prefería ser un macho bien macho.

—Hablo de la transformación de ratones a humanos, además del extraño cambio que sufrió Brill, cuando le aparecieron orejas y cola de gato.

—¡Kazimir! —Casi gritó el rubio. Georg asintió y su gemelo le pasó la mano por los hombros para confortarlo. Tomi lo miró y como estaba cubierto por la ropa, no vio los rasgos felinos que tanto le aterraban, dejándose acariciar por él.

—Escucha lo que papá Geo tiene que decir, Tomi. —Pidió el menor.

—Gustav y yo vamos a trabajar en la máquina que los transforma, para tratar de eliminar la partícula de ADN de gato y poder volverlos a su forma original.

—¿Cómo ratones? —cuestionó el otro científico, a lo que su colega asintió.

—Pero, pero, pero… —Tomi quería expresar su descontento y como no sabía describirlo en forma elocuente, simplemente soltó—. Pero yo quiero volver a tener sexo con CereBrill. —El aludido se sorprendió y sus mejillas se sonrojaron—. Cuando lo hicimos, CereBrill y yo pensamos las mismas cosas, estábamos conectados. No quiero que seamos ratones para siempre, quiero volver a sentirme así con él.

Gustav, quien había pasado los últimos minutos con el ingenuo ratón, comprendía lo que el pequeño quería decir, pero también sabía que si no calibraban correctamente la máquina, podían dañarlos, incluso matarlos… seguramente, ellos no pensaron en ese riesgo cuando la usaron por primera vez, cuando su único afán era conquistar el mundo.

—Escúchame Tomi. —Mandó el científico de gafas—. Tu padre y yo haremos todo lo posible para que ustedes puedan estar bien y si eso significa que serán ratitas de laboratorio, eso serán, ¿está bien? —El rubio se sorprendió, pero en lugar de asentir, negó frenéticamente con la cabeza—. Pues si se quedan como humanos, tendrás que ver a tu gemelo así. —Le quitó el gorro de forma brusca a Brill, dejando expuestas sus felinas orejas. Tom pegó un chillido y retrocedió un poco, pero luego tragó duro y se acercó hasta su hermano y tocó su suave mejilla.

—¿Eres tú CereBrill? —Por primera vez en la vida, Brill tuvo miedo de la reacción de su Tomi, pero decidió responder y asintió—. Te quiero, CereBrill. —Con mucho cuidado, el mayor alzó su mano, para tocar las negras y puntiagudas orejas. Hizo una mueca de disgusto, pero luego se acercó a los labios del menor y le pasó la lengua, en uno de sus “besos de ratón”—. Te quiero de verdad.

Sin poder evitarlo, Brill se lanzó a su gemelo y lo apretó contra su pecho, sin soltarlo. Los científicos observaban la escena con ternura y un deje de morbo, ni siquiera en los mangas que leían cuando iban a la universidad, se había visto un momento tan tierno entre un humano y un “neko”. Sacudiendo la cabeza, decidieron levantarse y darles un momento de privacidad.

Al verse escondidos detrás de los muebles, Tomi procedió a repartir lamidas por el rostro del rubio menor, quien se dejó, pero al cabo de unos segundos se separó, demasiado excitado como para conformarse con los simples “besos de ratón”.

—Ven, Tomi, te mostraré algo. —Se pusieron de pie en silencio, para no llamar la atención de los científicos, que parecían inmersos en su nuevo proyecto.

Tom llevaba una sonrisa boba en el rostro, se sentía como cuando eran ratones y se escapaba a hurtadillas de los humanos. Iba en punta de pies, sin soltar la mano de CereBrill, subiendo cada uno de los escalones que los conducían al cuarto de cámaras. Una vez dentro, el mayor miró las pantallas y gritó.

—¡Papi Geo se hizo pequeño! —Se pegó al monitor, tratando de tocar a su castaño padre, sin tener resultado. Brill rodó los ojos y le quitó importancia.

—¿Por qué mejor no vienes y me das otro beso de ratón, eh Tomi? —Llamó con la voz más sexy que pudo utilizar.

Los ojitos de Tom brillaron y se acercó hasta su gemelo, quien lo esperaba sentado en el piso con las piernas ligeramente abiertas, se ubicó de rodillas justo en el espacio que le ofrecía Brill y lo tomó, sujetando sus pálidas mejillas y cerrando las distancias besó sus labios.

Nuevamente, aquella conexión se encendió y entreabrieron sus labios, para dejar que sus lenguas se encontraran. CereBrill se echó hacia atrás, llevando el peso de Tom, para que quedara recargado sobre su cuerpo, y así friccionar la carne que les daba más placer en esa forma física. Se mecieron uno sobre el otro, hasta que sus erecciones estaban totalmente duras y listas.

—¿Quieres…? —Brill no necesitó terminar la pregunta, porque Tom ya estaba asintiendo, quitándose el extraño pantalón que le daba otro color a sus piernas.

El menor de los gemelos, sabía que quería esto, pero si se desnudaba por completo, Tom se espantaría al ver la cola de gato, por lo que sólo se acomodó en el piso y se subió la bata blanca, dejando expuesto su orgulloso y palpitante miembro.

—¿Y ahora qué hago? —preguntó Tom, al ver que no estaban en la misma posición de la vez anterior.

—Cierto. —Brill se sentó en el piso y cogió el pene de Tom, metiéndolo en su boca sin aviso previo. El mayor casi se cae de culo, al sentir que sus rodillas temblaban, por el repentino placer húmedo.

Brill recordó lo que había visto en el video educacional y luego se chupó los dedos de la mano derecha. Después de hacerlo, volvió a meter la carne de Tom en su boca, mientras su escurridiza mano, bajó hasta perderse entre sus nalgas y hurgar en su pequeño agujero. Quiso jadear por la deliciosa y extraña sensación, pero su boca estaba ocupada. Cuando el placer lo embargaba, decidió que era suficiente y se echó hacia atrás, llevándose a Tom con él.

—Ahora Tomi, ponlo en mí.

El mayor se inclinó y buscó la entrada. Al hallarla, guió su miembro hasta allí y entró, lenta y tranquilamente, pese a las ganas que tenía de comenzar con el vaivén delicioso que había conocido sólo horas antes.

&

En el salón principal del laboratorio, unos sonrojados científicos se miraban con los ojos muy abiertos.

—¡Maldición, Geo! —Gruñó el rubio—. ¡Debiste apagar los parlantes!

—Lo siento, ni siquiera sabía que los había encendido.

—Oprimiste los dos botones, el audio de arriba y el de este piso. —Lo regañó—. Ahora tendremos que esperar a que terminen, para saber si mi teoría es correcta.

—¿Qué teoría? —cuestionó el castaño.

—Creo que el cambio de ADN se generó después del orgasmo —contestó el rubio y Georg abrió grandemente los ojos—. ¿Por qué me ves así? Es lo más obvio.

—CereBrill pensó lo mismo que tú, pero… —Se puso la mano en la barbilla, imitando el gesto que hacía Brill cuando pensaba y que a él, le pareció muy cool, como los detectives privados o algo así—. ¿Por qué no le ocurrió lo mismo a Tom?

—Si mi teoría es correcta —respondió el chico de gafas—, el ADN de Kazimir se fundió con el ser que era más similar a él. Obviamente no hablamos de genética, sino de personalidad. El gato no es para nada ingenuo y tierno como Tom, sino todo lo contrario, es sagaz e intrépido, como Brill, por eso al desatarse el desbalance, fue Brill quien recibió la mezcla de genes felinos.

El castaño dibujó una silenciosa “o” en sus labios. Miró la máquina que ya estaba calibrada y tuvo temor por sus mascotas. Olvidando los jadeos y gemidos que todavía se escuchaban en todo el laboratorio, Georg se acercó hasta el invento y pasó la mano por el tablero de control.

—Desearía que pudiéramos comprobar que funciona, antes de probarlo con los niños.

Antes, Gustav habría hecho un comentario de que eran “ratas”, pero al verlos en forma humana, comprendía lo que su colega quería decir, es más, el término “niños” iba perfectamente con la personalidad dulce de Tomi.

—Hagámoslo. —Mandó el rubio.

—¿Con quién?

—Mi Gertrudis —respondió con el ceño fruncido.

—¿Tu planta?

—Mi bello espécimen de lavanda. —Corrigió.

—¿Estás seguro? Tú adoras a esa planta. —Insistió el castaño.

—Todo sea por los niños. —Con el rostro resuelto, ambos procedieron a ubicar a la maceta, frente al rayo.

&

Justo en el momento del orgasmo, Brill abrazó el cuerpo de Tom que colapsó sobre el suyo. Con una tierna sonrisa en sus labios, acarició la espalda del mayor, que todavía tenía la ropa que Gustav le había puesto.

—Te amo, Tomi —dijo con suavidad.

—Lo sé…

En esos momentos Bill alzó la vista al monitor que mostraba lo que ocurría en el laboratorio y vio que la luz de la máquina se encendía, justo en el momento en que Kazimir saltaba para recibir su rayo, de frente.

—Oh no…

& Continuará &

Se supone que queda sólo un capítulo. ¿Qué hizo la escritora ahora con el gato, que es el enemigo natural de los ratones? ¿Habrá dado resultado el arreglo de la máquina y ahora no habrá más problemas? ¿O el invento no funcionó y mató a Kazimir, por metiche y por colarse al laboratorio en el momento equivocado?
No se lo pueden perder porque será algo muy extraño y divertido. Besos a todos y gracias por comentar y visitar el sitio.