Administrador: Misaki tenía la antigua página TwincestLand (com) que cerró hace varios años, afortunadamente ya trabajaba con ella en las publicaciones de fics TWC, por tanto me autorizó a guardar sus obras y compartirlas en mi web.
Notas de Misaki: Por fis les pido que lean el one shot como un cuento para niños, que tengan ese tonito de que lo están leyendo a un niño, por que al terminar de escribirlo me di cuenta que esta un poco fuerte para algunos que vivan esta clase de realidades. También si lo leen que por favor les aporte algo a ustedes porque para eso lo he escrito, para hacer mejores personas que son mis amigas y más que eso son mis hermanas. Espero les guste y disfrútenlo.
(One-Shot escrito por Misaki)
«Papel arrugado»
Una tarde muy hermosa en el departamento de los gemelos Kaulitz.
—Tom!
*10 segundos después…. Y nadie contesto.
—TOM!— grito el menor de los hermanos por segunda vez desde su habitación.
*5 segundos después…. Y nadie contesto.
—TOM! DONDE ESTAS!!!
*2 segundos después… Entro el mayor de los hermanos muy agitado.
—Que! Que! Que! Que paso!
—ahh… no me grites. – refunfuño el pelinegro por la alteración de su hermano.
*Tom respiro y se acopló un poco.
—Que paso Bill.
—Tengo hambre.
Tom bufo, se le hacía muy injusto que Bill no pudiera dar 20 pasos a la cocina para prepararse algo de comer.
—Pues ve y prepárate algo de comer. –Y así el trenzado salió de la habitación.
Esa tarde Bill se preparó nada más y nada menos que un magnifico plato de cereal y ceno esa noche. Tras cenar, el menor se fue a dormir contando ovejitas y soñando con los angelitos.
En la noche, mientras Bill soñaba que estaba en el mundo de Dairy Queen lo despertaron unos ruidos en su departamento, se levantó y fue a ver de donde provenían esos ruidos. Se dio cuenta que de nuevo era su hermano mayor a quien él quería tanto y era todo para él, estaba ebrio como cada fin de semana.
Bill era un chico de corazón y alma dulce que no quería ni comer carne por tener en la conciencia de que comería a un ser vivo. Y fue a ver a su amado hermano, para ver si lo podía ayudar en algo.
Se escuchó un fuerte sonido, Tom se había golpeado con una mesa en la oscuridad de su sala, al instante de escuchar el fuerte estruendo Bill prendió la luz.
—Tom ¿estás bien?— pregunto el menor al ver a su hermano tirado en el suelo. El no contesto se quedó en el piso hasta esperar que su hermano lo levantara y lo subiera al sillón.
—Ya está… oye Tomy no puedes seguir tomando asi.— le dijo el menor en tono dulce y calmado una vez que su hermano parecía tener conciencia de donde estaba. Siempre se preocupaba por él.
—¡Tú qué sabes! – exploto el mayor. – ¡Tú no sabes nada de nada!
—Pero Tom…
—¡Tú no eres mi jefe! ¡Solo eres un maricon que vive aquí! – Esto lo decía por la peculiar forma de vestir de su hermano.
El menor no lo soporto más y corrió a su cuarto a llorar por lo que le había dicho su hermano mayor. El chico lloro hasta quedarse dormido.
A la mañana siguiente. El mayor de los hermanos tenía una cruda de los mil diablos y aun así se levantó a las 7 de la mañana a preparar el desayuno más rico del mundo a su querido hermano menor, porque él recordaba, que en cuanto llegó a su casa totalmente ebrio le grito a su hermano y le hiso llorar, tenía que recompensarlo de algún modo.
El menor por el rico olor del desayuno se levantó más rápido que el correcaminos.
—Hola Bill, buenos días. ¿Tienes hambre?, Prepare waffles y fruta picada como te gusta.
El pelinegro se sentó a desayunar ya sabiendo de antemano que su hermano se sentía culpable como cada vez que él lo golpeaba o le gritaba agresivamente por sus estados.
Desayunaron juntos y el menor se fue a su cuarto mientras que el otro se fue a dormir un poco por su resaca.
Ese viernes paso a sábado y después a sábado por la noche Tom salió a otra de sus fiestas.
Nuevamente Bill a media noche se levantó por los ruidos de Tom y fue a ver en que lo podía ayudar. Y nuevamente Tom le grito, solo que esta vez.
PLAP!* Una cachetada fue plantada en el rostro del menor.
Lleno de dolor y tristeza porque su hermano, la única persona que tenía en el mundo lo había herido otra vez de una de sus tantas maneras de dañarle, fue a su habitación y se encerró para de nuevo llorar hasta quedarse dormido. Tal vez, como cada vez que ocurría esto, tendría pesadillas y a la mañana siguiente su hermano a quien admiraba lo recompensaría.
Tom amaba con todo su corazón a su hermano menor pero él no sabía cuánto daño le provocaba a su pequeño pelinegro, ya que el siempre que lo hería estaba bajo efectos del alcohol.
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—Buenos días Bill. ¿Cómo dormiste? – Tom había preparado el desayuno como de costumbre.
Bill decidió esa noche que tenia que hacer algo para que Tom dejara de lastimarlo tanto.
—Toma.— el pelinegro dejo una hoja perfectamente liza y nueva en la mesa para que
Tom la tomara. El la tomo y la miro con atención. – Arrúgala. –desafío el menor.
El mayor la arrugo y dejo una perfecta bola de papel sobre la mesa.
—Déjala como te la entregue.— concluyo el pelinegro.
Tom la tomo y la desarrugó, pero por más que pasó sus manos sobre la hoja aplanándola sobre la mesa para lograr que quedara plana y nueva, no lo logro.
—Es imposible.— replico el mayor.
—Como la hoja, me dejas cada que tomas Tom. Me dañas y ya no me puedes volverme a dejar como antes porque y por mas que quiero no lo puedo olvidarlo. Te amo hermano. No te quiero dejar solo porque no puedas controlarte, me estas lastimando.
Y como esta hoja de papel, con cumplirme mis caprichos no vas a lograr reparar lo que has hecho. Ya no quiero estar arrugado.
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Y asi nos pasa a todos, siempre actuamos sin pensar, ya sea bajo condiciones alcohólicas o no. Los comentarios y las palabras y aun más los golpes dañan más que una fría bala atravesada por el corazón.
Cuando herimos a alguien no lo podemos remediar por más que hagamos cosas por ellos.
Su familia, sus amigos, sus enemigos, sus vecinos, conocidos, cuantos de nosotros no les gritamos a nuestros padres o nuestros hermanos. Y después nos arrepentimos.
Si alguna vez han herido de alguna manera, pidan perdón. Porque aunque no puedan dejar la hoja nueva, la dejaran menos arrugada.
Y si han sido heridos, regalen una hoja a esa persona y pídanle que la arrugue y la deje nueva. Siempre que quieran gritar o lanzar un golpe, por la razón que quieran, recuerden “el papel arrugado” .
Desde ese día Tom dejo de tomar y en vez de eso solo le preparaba waffles de cenar a Bill todos los días. Cenaban waffles para no recordar las mañanas en las que Tom los preparaba para “en contentar a Bill”. ¡Y vivieron felices para siempre! ¡Llenos de Waffles!
F I N
Mi mama es consultora de Empresas y se encarga de humanizar a sus equipos de trabajo. Me enseño una diapositiva de “el papel arrugado” y quería compartirles esto. Gracias a mi mama por ser la mejor, aunque a veces se le olvide el papel arrugado, sigue siendo la mejor mama.
Escogí a Joy Waffles porque ella es una de las niñas que siempre se preocupan mas que por el twc y las fotos, por mi y la considero una gran amiga. Como pocas. Y pido perdón a las sisters que he arrugado de alguna manera. Lo siento de corazón. Tienen mi permiso de si les ha gustado el One Shot lo pueden publicar en sus páginas. Como siempre : Gracias por siempre leer.